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Juan 14:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar.

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Biblia Reina Valera 1960

2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar?

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si no, os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, ya os lo habría dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 En la casa de mi Padre muchas mansiones hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho. Voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

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Juan 14:2
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Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos.


Simón Pedro le preguntó: 'Señor, ¿adónde vas?' Jesús le respondió: 'Adonde yo voy no puedes seguirme ahora, pero me seguirás más tarde.


sabiendo que no tenemos aquí una patria permanente, sino que andamos en busca de la futura.


Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo.


Al vencedor lo pondré como columna en el Templo de mi Dios, de donde nadie lo sacará. Grabaré en él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad que baja del cielo, la nueva Jerusalén que viene de Dios, y mi nombre nuevo.


Pues esperaban la ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.


Hijos míos, yo estaré con ustedes por muy poco tiempo. Me buscarán, y como ya dije a los judíos, ahora se lo digo a ustedes: donde yo voy, ustedes no pueden venir.


Se lo advierto de antemano, para que cuando llegue la hora, recuerden que se lo había dicho. No les hablé de esto al principio porque estaba con ustedes.


Padre, ya que me los has dado, quiero que estén conmigo donde yo estoy y que contemplen la Gloria que tú ya me das, porque me amabas antes que comenzara el mundo.


Allí entró Jesús para abrirnos el camino, hecho sumo sacerdote para siempre a semejanza de Melquisedec.


Al vencedor lo sentaré junto a mí en mi trono, del mismo modo que yo, después de vencer, me senté junto a mi Padre en su trono.


y de parte de Cristo Jesús, el testigo fiel, el primer nacido de entre los muertos, el rey de los reyes de la tierra. El nos ama


De este modo el Espíritu nos enseña que mientras esté en pie la primera habitación, el camino que lleva al Santuario no está abierto.


Esperamos la vida eterna que nos había prometido desde siempre el Dios que no miente jamás.


Pues Dios no nos ha destinado a la condenación, sino a que hagamos nuestra la salvación por Cristo Jesús, nuestro Señor.


Yo le mostraré todo lo que tendrá que sufrir por mi Nombre.


Saben que les dije: Me voy, pero volveré a ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, pues el Padre es más grande que yo.


Volvió el sirviente y dijo: 'Señor, se hizo lo que mandaste y todavía queda lugar.


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