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Juan 11:52 - Biblia Católica (Latinoamericana)

52 y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios que estaban dispersos.

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Biblia Reina Valera 1960

52 y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

52 Y no solo por esa nación, sino que también moriría para congregar y unir a todos los hijos de Dios dispersos por el mundo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

52 y no sólo por la nación, sino también para congregar en uno° a los hijos de Dios que estaban dispersados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

52 y no por la nación sola, sino también para reunir juntos a los hijos de Dios que estaban dispersos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

52 y no solamente por aquella nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.

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Juan 11:52
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Tengo otras ovejas que no son de este corral. A esas también las llevaré; escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor.


El es la víctima por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino por los del mundo entero.


No vale la pena que seas mi servidor únicamente para restablecer a las tribus de Jacob, o traer sus sobrevivientes a su patria. Tú serás, además, una luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta el último extremo de la tierra.


Pedro, apóstol de Cristo Jesús, a los (judíos) que viven fuera de su patria, dispersos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,


Y cantaban este cántico nuevo: Eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.


De otra manera Dios sería sólo Dios de los judíos. ¿No lo es también de las demás naciones?


luz que se revelará a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel.


Santiago, servidor de Dios y de Cristo Jesús el Señor, saluda a las doce tribus dispersas en medio de las naciones.


conforme al plan que Dios trazó desde el principio en Cristo Jesús, nuestro Señor.


nos destinó de antemano para ser hijos suyos en Jesucristo y por medio de él. Así lo quiso y le pareció bien


Abrahán es el padre de todos nosotros, como dice la Escritura: Te hago padre de muchas naciones. Y llegó a serlo cuando creyó en Aquel que da vida a los muertos y llama a lo que aún no existe como si ya existiera.


pues en esta ciudad me he reservado un pueblo numeroso. Yo estoy contigo y nadie podrá hacerte daño.


y yo, cuando haya sido levantado de la tierra, atraeré a todos a mí.


Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía a su encuentro, y exclamó: 'Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo.


como el pastor que se ocupa de su rebaño el día en que se encuentre en medio de sus ovejas en libertad. Yo también me ocuparé de mis ovejas y las sacaré de todos los lugares por donde se dispersaron ese día de negras nubes y tinieblas.


Levanta los ojos a tu alrededor y contempla: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de lejos y tus hijas son traídas en brazos.


Esto dice el Señor Yavé, que reúne a todos los israelitas que estaban dispersos: Agregaré todavía más gente a todos los que ya se habían juntado.


Así, tú ahora vas a llamar a una nación que no conocías, una nación que no te conocía correrá por verte. Esto será nada más que por Yavé, tu Dios, por el Santo de Israel, que te ha puesto arriba.


Levanta tus ojos y mira en tu derredor: todos se juntan y vuelven a ti. Por mi vida, dice Yavé, que todos ellos serán como tu traje de gala y los lucirás como una novia.


Bendito sea por siempre su nombre de gloria, que su gloria llene la tierra entera. ¡Amén, amén!


Mi garganta está seca como teja, y al paladar mi lengua está pegada: ya están para echarme a la sepultura.


El cetro no será arrebatado de Judá ni el bastón de mando de entre sus piernas hasta que venga aquel a quien le pertenece y a quien obedecerán los pueblos.


De Dios se acordará toda la tierra y a él se volverá; todos los pueblos, razas y naciones ante él se postrarán.


pero a todos los que lo recibieron les dio capacidad para ser hijos de Dios. Al creer en su Nombre


Miren qué amor tan singular nos ha tenido el Padre: que no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Por eso el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él.


Amados, a pesar de que ya somos hijos de Dios, no se ha manifestado todavía lo que seremos; pero sabemos que cuando él aparezca en su gloria, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.


En esto se reconocen los hijos de Dios y los del Diablo: el que no sigue el camino de rectitud no es de Dios, y tampoco el que no ama a su hermano.


Y si una mujer pierde una moneda de las diez que tiene, ¿no enciende una lámpara, barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra?


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