Pues bien, vas a santificar a los israelitas. Les dirás: Santifíquense para mañana, porque esto dice Yavé, el Dios de Israel: El anatema está entre medio de ustedes, israelitas, y ustedes no opondrán resistencia a sus enemigos hasta que no hayan quitado de entre ustedes el anatema. Por eso comparecerán mañana por tribus.
Congreguen al pueblo, reúnan a los ancianos y que todos se purifiquen. Traigan también a los pequeños y a los niños de pecho, y que los recién casados dejen su cama.
Sí, respondió, en son de paz. He venido a ofrecer un sacrificio a Yavé. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio'. Fue a purificar a Jesé y a invitarlo al sacrificio junto con sus hijos.
Entonces Moisés dijo a Aarón: 'Esto es lo que Yavé había declarado: Daré a conocer mi santidad a través de los que se allegan a mí, y a vista de todo el pueblo seré glorificado. Aarón no agregó palabra.
Una vez terminados los días de esos banquetes, Job los mandaba a llamar para purificarlos; se levantaba muy temprano y ofrecía sacrificios por cada uno de ellos, pues decía: 'Puede que mis hijos hayan pecado y ofendido a Dios en su corazón.
Así hacía Job.
Y apenas la planta de los pies de los sacerdotes que transportan el Arca de Yavé, el Señor de toda la tierra, haya tocado las aguas del Jordán, las aguas del Jordán que vienen de río arriba se detendrán'.
Era el tiempo de la cosecha y el Jordán desbordaba por todas sus orillas. Pues bien, apenas llegaron al Jordán los que llevaban el Arca, y apenas tocaron el agua los pies de los sacerdotes que transportaban el Arca,
La gente del pueblo se dispersaba para recogerlo, luego lo molían entre dos piedras o lo machacaban en un mortero. Después lo cocían en una olla y hacían con él tortillas. Su sabor era parecido al de una tortilla con aceite.
y dieron al pueblo estas instrucciones: 'Apenas vean el Arca de la Alianza de Yavé su Dios y a los sacerdotes levitas que la transportan, dejarán el lugar donde están y la seguirán, para que les enseñe el camino, ya que es un camino por donde nunca han pasado '.
Y a los sacerdotes les dijo: 'Tomen el Arca de la Alianza y colóquense a la cabeza del pueblo'. Levantaron pues el Arca de la Alianza y se pusieron al frente del pueblo.