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Josué 21:44 - Biblia Católica (Latinoamericana)

44 Yavé les concedió la paz en todas sus fronteras, tal como lo había jurado a sus padres, y ninguno de sus enemigos pudo hacerles frente. Yavé puso en sus manos a todos sus enemigos.

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Biblia Reina Valera 1960

44 Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

44 Y el Señor les dio descanso en todo el territorio, tal como se lo había prometido solemnemente a los antepasados de ellos. Ningún enemigo pudo hacerles frente, porque el Señor los ayudó a conquistar a todos sus enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

44 Y YHVH les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había prometido con juramento a sus padres. Ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, sino que YHVH entregó a todos sus enemigos en sus manos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

44 Además, Yahveh les concedió tranquilidad en derredor, conforme a todo lo que había jurado a sus antepasados. Ninguno de sus enemigos pudo hacerles frente, pues Yahveh entregó en sus manos a todos sus enemigos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

44 Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres: y ninguno de todos los enemigos les paró delante, sino que Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.

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Josué 21:44
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Josué se apoderó de todo el país, tal como Yavé se lo había dicho a Moisés, y lo distribuyó entre las tribus de Israel para que fuera su herencia. Entonces el país descansó de la guerra.


Un descanso sagrado, pues, espera todavía al pueblo de Dios,


Fijaré tus fronteras desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos (Mediterráneo) y desde el desierto hasta el río Eufrates. Pondré en tus manos a los que ocupan el país y tú los echarás fuera.


La gente de Rubén, Gad y de la media tribu de Manasés dejaron a los israelitas en Silo, en el territorio de Canaán. Regresaron al territorio de Galaad, pues esa era la herencia que habían recibido tal como Yavé lo había ordenado por medio de Moisés.


Ahora que Yavé su Dios concedió el descanso a sus hermanos, como se lo había dicho, vuelvan y ocupen nuevamente sus tiendas, en el territorio que les pertenece y que Moisés, servidor de Yavé, les dio al otro lado del Jordán.


hasta que Yavé haya dado a sus hermanos el descanso así como lo hizo con ustedes, y hasta que tomen posesión también del territorio que Yavé les asignó. Entonces volverán ustedes a las tierras que les tocaron, es decir, al territorio que les dio Moisés, a este lado del Jordán, hacia el lado del sol naciente'.


Acuérdense de lo que Moisés, el servidor de Yavé, les mandó: Yavé su Dios, dijo, les ha dado este territorio para que sea el descanso de ustedes.


Yavé respondió: 'Ve y haz lo que te diga, que yo te llevaré al descanso.


Cuando vayas a la guerra contra tus enemigos, y Yavé, tu Dios, te los entregue,


Hacía ya mucho tiempo que Yavé había librado a Israel de todos sus enemigos de los alrededores y le había dado la tranquilidad. En cuanto a Josué, ya estaba viejo y de edad avanzada.


como un buey que baja a la llanura? El Espíritu de Yavé los llevaba a descansar. Así fuiste guiando a tu pueblo, y con esto te hiciste famoso.


Desde Aroer, ciudad situada sobre la pendiente del torrente Arnón, y la ciudad que está abajo, hasta Galaad, no hubo aldea ni ciudad que no tomáramos: Yavé, nuestro Dios, nos las entregó todas.


Mientras vivas, nadie podrá resistirte. Estaré contigo así como estuve con Moisés, no te olvidaré ni te abandonaré jamás.


Y añadieron: 'Yavé ha puesto todo ese país en nuestras manos; todos los habitantes de ese país están asustados con nosotros'.


Yavé los puso en las manos de Israel quien los aplastó y los persiguió hasta Sidón la Grande y hasta las aguas de Misrefot y el valle de Mispá, al este. Los derrotaron de tal manera que no hubo un solo sobreviviente.


Josué se adueñó de todas esas ciudades y de todos sus reyes. Lanzó sobre ellos el anatema y los pasó a cuchillo como Moisés, el servidor de Yavé, lo había ordenado.


Huyeron los hijos de Israel delante de Judá, y Dios los entregó en sus manos.


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