Jonás 3:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

² Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y anuncia lo que yo te diga.

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Biblia Reina Valera 1960

² Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y entrega el mensaje que te he dado».

La Biblia Textual 3a Edicion

² Levántate y vete a Nínive, la gran metrópoli, y proclama en ella el mensaje que Yo te daré.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² 'Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y proclama ante ella lo que yo te diré'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

² Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y predica en ella el mensaje que yo te diré.

Jonás 3:2 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Ezequiel 2:7

Les transmitirás mis palabras, te escuchen o no, porque son una raza de rebeldes.

Jeremías 1:17

Tú, ahora, muévete y anda a decirles todo lo que yo te mande. No temas enfrentarlos, porque yo también podría asustarte delante de ellos.

Jonás 1:2

Levántate, vete a Nínive, la ciudad grande, y predica contra ellos, porque su maldad ha subido hasta mí.

Juan 5:14

Más tarde Jesús se encontró con él en el Templo y le dijo: 'Ahora estás sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor.

Mateo 3:8

Muestren los frutos de una sincera conversión, pues de nada les sirve decir: 'Abrahán es nuestro padre'.

Jonás 3:3

Se levantó Jonás y fue a Nínive, como se lo había ordenado Yavé. Nínive era una ciudad muy grande. Se necesitaban tres días para atravesarla.

Ezequiel 3:17

Hijo de hombre, te he puesto como un vigía para la casa de Israel: si oyes una palabra que salga de mi boca, inmediatamente se lo advertirás de mi parte.

Jonás 3:1

Por segunda vez la palabra de Yavé llegó a Jonás y le dijo:

Éxodo 4:28

Moisés contó a Aarón todas las palabras que Yavé le había dirigido y los prodigios que le había enseñado.

Ester 9:31

para instituir esos días de los Purim, para recordarles la fecha determinada por Mardoqueo el judío y por la reina Ester, y las normas establecidas para ellos y sus descendientes, como también todo lo relacionado con los ayunos y las lamentaciones.

Jeremías 1:7

Y Yavé me contestó: 'No me digas que eres un muchacho. Irás adondequiera que te envíe, y proclamarás todo lo que yo te mande.