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Job 5:17 - Biblia Católica (Latinoamericana)

17 ¡Dichoso el hombre a quien Dios corrige! No desprecies, pues, la lección del Omnipotente,

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Biblia Reina Valera 1960

17 He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 »¡Pero considera la alegría de aquellos a quienes Dios corrige! Cuando peques, no menosprecies la disciplina del Todopoderoso.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Dichoso el hombre a quien Dios disciplina: No menosprecies la corrección de ’El-Shadday,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 ¡Dichoso el hombre a quien Dios corrige! No desprecies la lección de Sadday,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige; por tanto, no menosprecies el castigo del Todopoderoso.

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Job 5:17
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Feliz el hombre que soporta pacientemente la prueba, porque, después de probado, recibirá la corona de vida que el Señor prometió a los que lo aman.


¡Feliz el hombre que corriges, Señor, y al que tú enseñas tu Ley!


Yo reprendo y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete.


Fíjense que llamamos felices a aquellos que fueron capaces de perseverar. Han oído hablar de la constancia de Job y saben lo que al final el Señor hizo por él, pues el Señor es compasivo y misericordioso.


Escucho, escucho quejarse a Efraím: 'Me has pegado, y he sido castigado muy duro, como un novillo no domado; haz que yo vuelva y volveré, ya que tú eres Yavé, mi Dios.


Pero si recurres a Dios e imploras al Omnipotente,


Pon la mano, pues, en tu corazón y tiende tus manos hacia El,


¡Así que no te bastan los consuelos de Dios y las palabras que se te dicen con cariño!


Dios salva al miserable por su misma pobreza, y le enseña por medio del sufrimiento.


También a ti te librará de la angustia. una abundancia sin límites la reemplazará, y tu mesa rebosará de sabrosos manjares.


Comprende, pues, que del mismo modo que un padre educa a su hijo, así Yavé te ha educado a ti.


El Señor me corrigió mucho, pero no me entregó a la muerte.


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