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Job 31:14 - Biblia Católica (Latinoamericana)

14 ¿qué podré hacer cuando Dios me juzgue?; y cuando me pida cuentas, ¿qué responderé?'

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Biblia Reina Valera 1960

14 ¿Qué haría yo cuando Dios se levantase? Y cuando él preguntara, ¿qué le respondería yo?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 ¿cómo podría enfrentarme con Dios? ¿Qué podría decir cuando él me interrogara?

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 ¿Qué haré cuando Dios se ponga en pie? ¿Qué le responderé cuando me pida cuentas?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 ¿qué haré cuando Dios se levante? ¿Qué responderé cuando me pida cuentas?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 ¿qué haré yo cuando Dios se levante? Y cuando Él me pida cuentas, ¿qué le responderé yo?

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Job 31:14
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Habrá juicio sin misericordia para quien no ha sido misericordioso, mientras que la misericordia no tiene miedo al juicio.


Pero sabemos que todo lo que dice la Escritura está dicho para el mismo pueblo que recibió la Ley. Que todos, pues, se callen y el mundo entero se reconozca culpable ante Dios.


Por eso, levanto mi mano para que las saqueen aquellos que fueron sus esclavos. Así sabrán que Yavé de los Ejércitos me ha enviado.


Su bondad es la del cardo, su honradez peor que una hilera de espinos. ¡Pobres de ellos! Ahora viene el juicio, el día de su castigo, y ahora no saben qué hacer.


Ha llegado la hora de rendir cuentas; ha llegado la hora del desquite: ¡que todo Israel lo sepa! Los profetas serán como locos y los inspirados ya no sabrán qué decir, pues, así como fue grande tu pecado, enorme será tu desastre.


¿Qué harán el día en que se arreglen las cuentas? ¿A dónde huirán, y quién los ayudará cuando, desde lejos, venga el desastre? ¿Dónde encerrarán sus riquezas?


No llames a juicio a tu siervo pues no hay quien sea justo en tu presencia.


Dios entonces se levanta, hace justicia y salva a todos los humildes de la tierra.


¿no es cierto que Dios lo hubiera visto, el que conoce los secretos del corazón?


¡Levántate, Señor, que el hombre no triunfe, y sean en tu presencia juzgadas las naciones!


Pues pide cuentas por la sangre vertida, se acuerda de los oprimidos y no olvida su clamor.


Enójate, Señor, y ponte en pie, haz frente al furor de mis opresores. Despiértate, oh Dios, y ordena el juicio.


Quiero decirle a Dios: No me condenes; dime por qué me has demandado.


El no es un hombre como yo, para decirle: Comparezcamos juntos en juicio.


Esta gente se fijó en que algunos de los discípulos de Jesús tomaban su comida con manos impuras, es decir, sin habérselas lavado antes.


Si he menospreciado el derecho de mi siervo, o de mi sierva, cuando se quejaron de mí,


Me formó a mí y a ellos en el seno materno, un mismo Dios nos formó en el vientre.


Así que no te pondrás duro con tu hermano, sino que temerás a tu Dios.


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