Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Job 29:7 - Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Si yo salía a la puerta que domina la ciudad y me sentaba en la plaza,

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

7 Cuando yo salía a la puerta a juicio, Y en la plaza hacía preparar mi asiento,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 »¡Qué tiempos aquellos cuando iba a las puertas de la ciudad y ocupaba mi lugar entre los líderes reconocidos!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Cuando salía a la puerta de la ciudad, Y en la plaza hacía preparar mi asiento.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Cuando yo salía a la puerta de la ciudad o colocaba mi asiento en la plaza,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Cuando yo salía a la puerta de la ciudad, cuando en la plaza preparaba mi asiento;

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Job 29:7
12 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Esto es lo que deben hacer: Díganse la verdad unos a otros, y cuando juzguen, pronuncien sentencias justas;'


Todos los que se encontraban allí dijeron: 'En efecto, nosotros somos testigos. Los ancianos, por su parte, agregaron: '¡Que Yavé te conceda que tu mujer sea como Raquel y Lía, las dos que dieron origen a la familia de Israel! ¡Que seas poderoso en Efrata y famoso en Belén!'


Establecerás jueces y magistrados para tus tribus en cada una de las ciudades que Yavé te dé, para que juzguen al pueblo según la justicia.


Si he alzado mi mano contra un huérfano porque pensaba que podía contar con los jueces,


sus padres lo agarrarán y llevarán ante los jefes de la ciudad, a la puerta donde se juzga,


los jóvenes al verme se retiraban y los ancianos se ponían de pie,


Miren cómo llama a las puertas de la ciudad, en las entradas más frecuentadas:


Pero un oficial del palacio, el etíope Abdemalec, oyó decir que habían echado a Jeremías en el pozo.


Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer. Lot estaba sentado a la entrada del pueblo. Apenas los vio, salió a su encuentro, se arrodilló inclinándose profundamente,


Hamor y su hijo Siquem fueron a la puerta de su ciudad y hablaron a sus conciudadanos, reunidos allí.


Su marido es conocido entre los oficiales, porque se sienta entre los ancianos del país.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម