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Job 23:11 - Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Mis pies han pisado sus huellas, he seguido su camino sin desviarme;'

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Biblia Reina Valera 1960

11 Mis pies han seguido sus pisadas; Guardé su camino, y no me aparté.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Pues he permanecido en las sendas de Dios; he seguido sus caminos y no me he desviado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Mis pies han seguido fielmente sus huellas,° He guardado su camino sin torcerme,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 A sus huellas se ha ajustado mi pie, he seguido su camino sin desviarme,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Mis pies han seguido sus pisadas; guardé su camino, y no decliné.

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Job 23:11
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No se dio vuelta nuestro corazón ni dejaron tu senda nuestros pasos.


Dará vida eterna a quien haya seguido el camino de la gloria, del honor y la inmortalidad, siendo constante en hacer el bien;'


Mas a los que son dobles y traidores, los eche el Señor con los malhechores.


Afirma mis pasos en tus caminos para que no tropiecen mis pies.


¡Qué ejemplo para el justo! Se reanima, y la gnte honrada rejuvenece.


Hay algo de lo que nos sentimos orgullosos: nuestra conciencia nos asegura que la santidad y la sinceridad de Dios han inspirado siempre nuestra conducta en este mundo, especialmente respecto a ustedes. No nos han movido razones humanas, sino la gracia de Dios.


a los que se separan de Yavé y dejan de seguirlo y no lo consultan.


Sus palabras son fraude y maldad; renunció a ser sensato, a obrar el bien.


Ustedes son testigos, y Dios también, de que nos portamos como santos, como hombres buenos y correctos respecto de todos ustedes que ahora creen.


Al menos tendría consuelo y gozo en medio de mi terrible susto, porque no habría maldecido la decisión del Santo.


Si mis pasos se apartaron del buen camino, si mi corazón corrió tras lo que veían mis ojos, si he manchado mis manos,


Los soberbios se burlaban mucho de mí, pero no me he movido de tu Ley.


Sabes muy bien que yo no soy culpable y que nadie puede librarme de tu mano.


Pero nos aplastaste en el desierto, y nos cubrió la sombra de la muerte.


¡Busca la sabiduría! ¡Hazte inteligente! No olvides lo que te digo, no menosprecies mis palabras.


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