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Job 16:12 - Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Yo vivía tranquilo cuando comenzó a sacudirme, me tomó del cuello y me hizo pedazos.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Próspero estaba, y me desmenuzó; Me arrebató por la cerviz y me despedazó, Y me puso por blanco suyo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 »Yo vivía tranquilo hasta que él me quebró; me tomó por el cuello y me hizo pedazos. Después me usó como blanco

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Tranquilo estaba yo, y Él me quebrantó, Sí, me agarró por la cerviz y me hizo trizas, Y me ha puesto por blanco de sus dardos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Era yo feliz, y él me destrozó; me tomó por la nuca y me machacó, me hizo blanco de sus flechas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Próspero estaba yo, y me desmenuzó; y me arrebató por la cerviz y me despedazó, y me puso por blanco suyo.

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Job 16:12
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Si he pecado, ¿qué te he hecho a ti, guardián de los hombres? ¿Por qué me has tomado como blanco de tus golpes? ¿En qué te molesto?


Consumió mi carne y mi piel y quebró mis huesos.


Pero nos aplastaste en el desierto, y nos cubrió la sombra de la muerte.


que arriesgaron su vida para salvar la mía. Yo les estoy muy agradecido, y lo están también todas las Iglesias del mundo pagano.


cuando mi pueblo se te acercó, te quebraste en sus manos y lo heriste hasta en la espalda; cuando se apoyaron en ti, te doblaste e hiciste que perdieran el equilibrio.


cuando hacía brillar su lámpara sobre mi cabeza, y su luz me guiaba en las tinieblas!


Corría contra él con la cabeza gacha, protegiéndose con escudo macizo,


El, que me aplasta sólo por un pelo y que multiplica sin razón mis heridas,


¿Soy acaso el mar o el Monstruo marino, para que pongas guardia a mi alrededor?


Ruge el león, aulle el leopardo, pero a la fiera se le rompen los dientes.


No hay para mí tranquilidad ni calma, mis tormentos no me dejan descansar.


Dios me ha entregado a los injustos y me ha arrojado en manos de los malvados.


Llevo en mí las flechas del Omnipotente mi espíritu bebe su veneno, ¿qué diré a Dios cuando ellas me atormentan?


Dios me ha hecho perder el valor y el Omnipotente me ha espantado


Vuelve y revuelve todo el día su mano contra mí solo.


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