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Jeremías 6:15 - Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Deberían avergonzarse de sus abominables acciones, pero han perdido la vergüenza y ni siquiera se ponen colorados. Por eso, caerán junto con los demás y se irán al suelo cuando los visite, declara Yavé.

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Biblia Reina Valera 1960

15 ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 ¿Se avergüenzan de sus actos repugnantes? De ninguna manera, ¡ni siquiera saben lo que es sonrojarse! Por lo tanto, estarán entre los caídos en la matanza; serán derribados cuando los castigue», dice el Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 ¿Acaso se avergüenzan cuando cometen abominaciones? ¡No!, ciertamente de nada se avergüenzan, Ni aun saben ruborizarse. Por tanto caerán entre los que caen, Al tiempo en que Yo los visite, Serán derribados, dice YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Deberían avergonzarse de sus abominaciones. Pero no sólo no se avergüenzan, sino que ni siquiera saben lo que es ruborizarse. Por eso caerán entre los que caigan, el día en que yo los visite se desplomarán.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni siquiera se han ruborizado; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los castigue, caerán, dice Jehová.

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Jeremías 6:15
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Deberían avergonzarse de sus actos abominables, pero ya no conocen la vergüenza ni se ponen rojos. Por eso, caerán junto con los demás y tropezarán cuando los visite, dice Yavé.


¡No les hagan caso! Son ciegos que guían a otros ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo.


Por eso, los aguaceros cesaron y no hubo más lluvia para ti en la primavera, pero tu rostro de mujer perdida ni siquiera ha enrojecido.


La perdición los espera; su Dios es el vientre, y se sienten muy orgullosos de cosas que deberían avergonzarlos. No piensan más que en las cosas de la tierra.


Sin embargo, en su interior está Yavé, el Justo, el que cada mañana dicta sus sentencias. El es fiel como la salida del sol, y nunca comete injusticia. Pero el injusto ni siquiera se siente avergonzado.


Su bondad es la del cardo, su honradez peor que una hilera de espinos. ¡Pobres de ellos! Ahora viene el juicio, el día de su castigo, y ahora no saben qué hacer.


Por eso, les dice: 'Noche para ustedes, y no más visiones; tinieblas en vez de revelaciones; el sol se pone para los profetas y su día se cambia en tinieblas.


Ha llegado la hora de rendir cuentas; ha llegado la hora del desquite: ¡que todo Israel lo sepa! Los profetas serán como locos y los inspirados ya no sabrán qué decir, pues, así como fue grande tu pecado, enorme será tu desastre.


Porque en medio de ella hay sangre. Si hasta la derramó en las rocas y no lo hizo en el suelo ni la recubrió con tierra.


Te envío donde esa raza de cabezas duras y de corazones obstinados para que les digas: ¡Esta es la palabra de Yavé...!


Por eso, su camino se les hará resbaladizo en la oscuridad; caerán y se irán al suelo cuando llegue el año del castigo y les envíe la desgracia.


¿Y yo no pediría cuentas?, dice Yavé, ¿No me vengaría de una nación como ésta?


¿Y no voy a castigar tales acciones? ¿No he de vengarme de una nación como ésta? Así, dice Yavé:


No quedará más que doblegarse bajo las cadenas o caer con los muertos. Pero a Yavé no se le ha pasado el enojo, aún sigue con la mano amenazante.


Digan: 'Feliz el justo, pues comerá el fruto de sus obras'; pero: 'Pobre del malo, porque le irá mal, y será tratado según las obras de sus manos.


El hombre que se encapricha a pesar de las advertencias será derribado de un golpe y sin remedio.


Pero tú, sigue, y conduce al pueblo al lugar que te indiqué. Mi Angel irá delante de ti, pero algún día los visitaré y les pediré cuentas de su pecado.


Los sabios pasarán vergüenza, serán confundidos y caerán en la trampa. Como despreciaron la palabra de Yavé, ¿qué les queda ahora como sabiduría?


Tú, Yavé, conoces en detalle sus planes asesinos contra mí. No perdones su crimen ni se te olvide su pecado. ¡No pierdas de vista su destrucción, cuando se desate tu cólera, actúa, no más, contra ellos!


Hasta ahora no han sentido ningún arrepentimiento ni miedo, ni se han portado según la Ley y los mandamientos, que yo había publicado delante de ustedes y de sus padres.


Derribo el muro que habían recubierto de estuco, lo dejo a ras del suelo y quedan al descubierto sus cimientos; cae sobre ustedes y los aplasta. Entonces sabrán que yo soy Yavé.


¡Júntense y amontónense, oh gente sin vergüenza,


Entonces los profetas se avergonzarán de las visiones que contaban y no se pondrán más el manto de pieles que les daba autoridad para mentir.


Al día siguiente dijo la mayor a la menor: 'Ya sabes que me acosté anoche con mi padre. Hagámosle beber vino otra vez esta noche y te acuestas tú también con él, para que la raza de nuestro padre no desaparezca.


Por consiguiente, así habla Yavé: Estos profetas, que profetizan en mi nombre, siendo que yo no los he mandado, y que declaran que en este país no habrá ni espada ni hambre; estos profetas morirán, justamente, por espada y por hambre.


Tropezarás en pleno día y contigo tropezará el profeta en la noche, pues haré callar sus oráculos.


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