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Jeremías 51:36 - Biblia Católica (Latinoamericana)

36 Por lo tanto, así habla Yavé: Aquí estoy para tomar la defensa de tu casa y para asegurarte tu venganza. Voy a secar su río y a agotar sus vertientes.

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Biblia Reina Valera 1960

36 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo juzgo tu causa y haré tu venganza; y secaré su mar, y haré que su corriente quede seca.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 Esto dice el Señor a Jerusalén: «Yo seré tu abogado para defender tu causa y te vengaré. Secaré su río, tal como sus fuentes de agua,

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 Y así responde YHVH: He aquí Yo defenderé tu causa Y vengaré tus agravios: secaré su mar, Haré que se sequen sus manantiales,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 Por eso, así dice Yahveh: 'Aquí estoy defendiendo tu causa, ejecutando tu venganza: agotaré su mar, secaré sus fuentes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

36 Por tanto, así dice Jehová: He aquí que yo juzgo tu causa y haré tu venganza; y secaré su mar, y haré que se sequen sus manantiales.

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Jeremías 51:36
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Hermanos, no se tomen la justicia por su cuenta, dejen que sea Dios quien castigue, como dice la Escritura: Mía es la venganza, yo daré lo que se merece, dice el Señor.


¡Espada a sus aguas, para que se sequen! Porque es un país de ídolos y están locos por sus horribles imágenes.


Sé que el Señor hará justicia al desvalido y dará a los pobres la razón.


Yo digo al océano: '¡Sécate!', y sus fuentes se cierran.


¡Que los cielos festejen a su pueblo! ¡Hijos de Dios, póstrense ante él! Porque él venga la sangre de sus siervos y devuelve la venganza a sus adversarios, mientras purifica la tierra de su pueblo.


¡A mí la venganza y la sanción en el momento que su pie vacile! Pues se acerca el día de su ruina, y pronto llega su fin.


El sexto ángel derramó su copa en el gran río Eufrates, y sus aguas se secaron, dejando un paso libre para los reyes de oriente.


Salgan de en medio de Babilonia y que cada cual salve su vida; para que no perezca cuando llegue su castigo, pues éste es el momento de la venganza de Yavé en que él le dará su merecido.


Así habla Yavé, su Salvador, el Santo de Israel: Por ustedes he mandado gente a Babel hice que rompieran todas sus trancas: ¡Lloren en sus barcos, caldeos!


Tienen a un poderoso defensor, Yavé mismo, quien asumirá su causa en contra tuya.


Porque Yavé se pondrá de su lado y se hará el opresor de sus opresores.


El convierte los ríos en desierto y en tierra seca las vertientes de agua;'


Desaparecerá el agua del mar, su río no correrá y quedará seco;'


Afilen las flechas, llenen con ellas las cajas. Yavé ha movido la voluntad del rey de los medos, para que éste marche contra Babilonia y la destruya: ésta será la venganza de Yavé, la venganza por su Templo.


Efraím creció más que sus hermanos, pero sobre él pasará el viento del este, el soplo de Yavé subirá del desierto; se secarán sus vertientes y se agotará su manantial; consumirá su tierra y todas sus riquezas.


Le encomendaré a mi pueblo de Israel mi venganza contra Edom; tratará a Edom según mi cólera y mi furor; y reconocerán mi venganza, palabra de Yavé.


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