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Jeremías 40:7 - Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Todos los jefes de las guerrillas, que se mantenían con sus hombres en pie de guerra, se enteraron de que el rey de Babilonia había dejado a Godolías, hijo de Ajigam, como gobernador del país y que le había encomendado hombres, mujeres y niños, así como la gente común del país que no había sido desterrada a Babilonia.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Cuando todos los jefes del ejército que estaban por el campo, ellos y sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías hijo de Ahicam para gobernar la tierra, y que le había encomendado los hombres y las mujeres y los niños, y los pobres de la tierra que no fueron transportados a Babilonia,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Los líderes de los grupos militares judíos que estaban en el campo oyeron que el rey de Babilonia había nombrado a Gedalías, hijo de Ahicam, gobernador sobre las personas pobres que fueron dejadas en Judá, es decir, los hombres, las mujeres y los niños que no habían sido desterrados a Babilonia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Los capitanes del ejército que estaban por el campo con sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había hecho gobernador de la tierra a Gedalías ben Ahicam, y que le había encomendado a hombres, mujeres y niños, de los más pobres de la tierra, que no habían sido transportados a Babilonia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Cuando los jefes de las tropas, que estaban con sus hombres en el campo, oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Godolías, hijo de Ajicán, al frente del país y que le había confiado los hombres, las mujeres y los niños, y la gente pobre del país que no había sido deportada a Babilonia,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Y cuando oyeron todos los capitanes del ejército que estaba por el campo, ellos y sus hombres, que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías, hijo de Ahicam, sobre la tierra, y que le había encomendado los hombres, y las mujeres, y los niños, y los pobres de la tierra, que no fueron llevados cautivos a Babilonia.

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Jeremías 40:7
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En cuanto a los pobres, que no poseían ninguna cosa, los dejó en la tierra de Judá, dándoles, al mismo tiempo, viñas y campos.


Todo el pueblo del país estará obligado a esta contribución que irá al príncipe de Israel.


Cuando Sedecías, rey de Judá, y todos sus soldados los vieron allí, huyeron de noche, saliendo de la ciudad por el camino del parque real, que pasa por la puerta que está entre las dos murallas, y se dirigieron hacia el valle del Jordán.


Abrieron entonces un boquete en el muro y, de noche, huyeron todos los soldados por la Puerta-entre-las dos-murallas que da al jardín del rey, y tomaron el camino del desierto.


El jefe de los guardias sólo dejó a la gente humilde del país para que trabajaran como viñateros y labradores.


Cuando Joanán, hijo de Carea, y todos los oficiales que le acompañaban se informaron de todos los crímenes de Ismael,


Entre ellos había hombres, mujeres y niños; estaban las princesas reales y todas las personas que Nebuzardán, comandante de la guardia, había dejado con Godolías, hijo de Ajigam, y nieto de Safán, y, especialmente, al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías.


dejó una parte de la gente pobre del país como vinateros y labradores.


Nebuzardán, comandante de la guardia, desterró a Babilonia al resto de la población que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían rendido a él y a los pocos artesanos que aún había.


mandaron sacar a Jeremías del patio de la guardia y lo entregaron a Godolías, hijo de Ajigam, para que lo condujera a su casa. Y así se quedó en medio del pueblo.


Pues bien, en el séptimo mes, Ismael, hijo de Netanías, nieto de Elisama y que tenía sangre real, vino con diez hombres a visitar a Godolías, en Mispá. Y mientras estaban comiendo con él,


Después se llevó prisioneros a toda la pequeña población que había en Mispá, y a las princesas reales que Nebuzardán, comandante de la guardía, había entregado al cuidado de Godolías, hijo de Ajigam. Y, de madrugada, se puso en marcha hacia el país de los amonitas.


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