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Jeremías 39:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Nebuzardán, comandante de la guardia, desterró a Babilonia al resto de la población que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían rendido a él y a los pocos artesanos que aún había.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, y a los que se habían adherido a él, con todo el resto del pueblo que había quedado, Nabuzaradán capitán de la guardia los transportó a Babilonia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, se llevó cautivas a Babilonia a las personas que quedaban en la ciudad, a las que habían desertado para unirse a sus filas y a todas las que quedaban.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Al resto del pueblo que había quedado en la ciudad y a los que se habían pasado a ellos, Nabuzaradán, capitán de la guardia, los hizo llevar cautivos a Babilonia, junto con el remanente del pueblo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Nabuzardán, jefe de la escolta, deportó a Babilonia al resto de la población que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado a él y al resto de los artesanos que quedaban.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, y a los que se habían adherido a él, con todo el resto del pueblo que había quedado, los trasportó a Babilonia Nabuzaradán, capitán de la guardia.

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Jeremías 39:9
20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Ahora viene lo que Yavé le habló a Jeremías, después que Nebuzardán, comandante de la guardia, lo dejó en libertad, cuando, en Ramá, lo sacó de en medio de los cautivos de Jerusalén y de Judá que iban desterrados a Babilonia, entre los cuales se encontraba encadenado.


Entretanto los madianitas llegaron a Egipto y vendieron a José a Putifar, funcionario del palacio de Faraón y capitán de la guardia.


Nebuzardán, comandante de la guardia, los mantuvo detenidos y los llevó al rey de Babilonia, que estaba en Ribla,


Pues así habla Yavé: 'Voy a lanzar muy lejos a los habitantes del país y los haré perseguir de manera que los alcancen.


Nebuzaradán, jefe de los guardias, los arrestó y los mandó a Ribla donde el rey de Babilonia.


Nebuzaradán, jefe de los guardias, desterró al resto de la población: a los que habían quedado en la ciudad, a los que habían desertado para pasarse al lado del rey de Babilonia y al resto de los artesanos.


Los voy a echar de este país a otro que ni ustedes ni sus padres conocen; ¡allí podrán ustedes servir a esos dioses, día y noche, que yo ya no les haré más caso!'


A mi pueblo le falta inteligencia, por eso será desterrado. Sus nobles morirán de hambre, y su pueblo perecerá de sed.


Se apoderarán de tus hijos salidos de ti, los que tú engendraste, y servirán como eunucos en el palacio del rey de Babilonia'.


Yavé los dispersará entre los pueblos y sólo quedará de ustedes un pequeño número, repartidos entre las naciones a las que Yavé los llevará.


A ustedes los desparramaré entre las ciudades y naciones; y los perseguiré con la espada. Sus tierras serán arruinadas y quedarán desiertas sus ciudades.


Pero así como se trata a los higos malos, tan podridos que no se pueden comer, así trataré a Sedecías, rey de Judá, a sus príncipes y al resto de los habitantes de Jerusalén, tanto a los que quedaron en este país como a los que viven en Egipto.


Sedecías dijo a Jeremías: 'Les tengo miedo a los judíos que se han pasado a los caldeos; pues si me entregan a ellos, se vengarán de mi persona.


quien los mandó matar en Ribla, en la región de Jamat. Entonces fue desterrado Judá lejos de su tierra.


Todos los jefes de las guerrillas, que se mantenían con sus hombres en pie de guerra, se enteraron de que el rey de Babilonia había dejado a Godolías, hijo de Ajigam, como gobernador del país y que le había encomendado hombres, mujeres y niños, así como la gente común del país que no había sido desterrada a Babilonia.


Entonces Daniel habló con sabiduría y astucia a Aryok, el jefe de los verdugos del rey que había salido para ejecutar a los sabios de Babilonia,


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