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Jeremías 38:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Sedecías respondió: 'Ahí lo tienen, pues el rey nada puede contra ustedes.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y dijo el rey Sedequías: He aquí que él está en vuestras manos; pues el rey nada puede hacer contra vosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 El rey Sedequías estuvo de acuerdo. —Está bien —dijo—, hagan lo que quieran. No los puedo detener.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y el rey Sedequías respondió: Mirad, él está en vuestras manos; nada puede hacer el rey contra vosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 'Ahí está en vuestras manos -respondió el rey Sedecías-, pues el rey nada puede contra vosotros'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Entonces el rey Sedequías dijo: He aquí, él está en vuestras manos; pues el rey nada puede hacer contra vosotros.

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Jeremías 38:5
10 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yo, por ahora, a pesar de que he recibido la consagración real, puedo hacer bien poca cosa; esos hombres, los hijos de Seruya, son más duros que yo. ¡Que Yavé haga pagar el mal al que lo hizo!'


Es una trampa temblar ante los hombres: el que confía en Yavé está seguro.


Abisaí, hijo de Seruya, tomó la palabra y dijo: 'Simei merece la muerte porque maldijo al rey ungido por Yavé'.


Aquis respondió a David: 'Lo sé, tú nos das tanta seguridad como un ángel de Dios, pero los jefes de los filisteos han decidido que tú no entres al combate con nosotros.


Saúl dijo a Samuel: 'Tuve miedo al pueblo e hice lo que me pedía, por esta razón pequé y desobedecí la orden de Yavé y sus palabras.


En cuanto a mí, estoy en sus manos, hagan conmigo lo que les parezca bueno y justo.


El rey Sedecías mandó a buscarlo y lo interrogó en secreto, en su palacio: '¿Acaso tienes una palabra de Yavé?' 'Sí', respondió Jeremías, y agregó: 'Serás entregado en manos del rey de Babilonia.


Entonces el rey ordenó que detuvieran a Daniel y que lo arrojaran al foso de los leones. El rey dijo a Daniel: '¡Ojalá te salve tu Dios, al que sirves con tanta fidelidad!'.


Empujaron una gran piedra para cerrar la boca del foso; el rey y los altos funcionarios pusieron en ella sus sellos para que nada pudiera cambiar la suerte de Daniel.


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