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Jeremías 23:39 - Biblia Católica (Latinoamericana)

39 los levantaré como un fardo y los dejaré caer lejos de mi presencia, junto con la ciudad que regalé a ustedes y a sus padres.

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Biblia Reina Valera 1960

39 por tanto, he aquí que yo os echaré en olvido, y arrancaré de mi presencia a vosotros y a la ciudad que di a vosotros y a vuestros padres;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

39 me olvidaré de ustedes por completo. Los expulsaré de mi presencia, junto con esta ciudad que les di a ustedes y a sus antepasados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

39 por haberlo dicho, Yo os olvidaré por completo y os arrojaré de mi presencia, juntamente con la ciudad que di a vosotros y a vuestros padres;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

39 por eso, mirad: ciertamente os cargaré y os arrojaré de mi presencia, a vosotros y a la ciudad que os di a vosotros y a vuestros padres,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

39 Por tanto, he aquí que yo os echaré en el olvido, y os abandonaré, junto con la ciudad que os di a vosotros y a vuestros padres y os echaré de mi presencia;

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Jeremías 23:39
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y cuando esa gente te pregunte: '¿Cuál es la carga de Yavé?', les contestarás: 'Ustedes son esa carga, y a ustedes los voy a tirar para afuera,


voy a actuar con furor, no los perdonaré y mi ojo será inclemente.


Serán condenados a la perdición eterna, lejos del rostro del Señor y de su Gloria irresistible.


Dirá después a los que estén a la izquierda: '¡Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y para sus ángeles!'


Yo seré como un león para Efraím, y como un cachorro para la gente de Judá. Yo, sí, yo mismo lanzaré un zarpazo y huiré, me llevaré mi presa y nadie me la podrá quitar.


Mi pueblo languidece por falta de conocimiento, y como tú has dejado que se perdiera el conocimiento, yo también haré que pierdas mi sacerdocio. Te has olvidado de mi Ley, y también yo me olvidaré de tus hijos.


Por eso, esto dice Yavé: Juzgaré tanto a las ovejas gordas como a las flacas.


Porque esto dice Yavé: ¡Aquí estoy, soy yo! Vengo en busca de las ovejas, yo me ocuparé de ellas


Viejos, jóvenes, muchachas, niños y mujeres, mátenlos hasta acabar con ellos. Pero no tocarán a los que tienen la cruz. Comenzarán por mi Santuario. Comienzan pues con la gente que se encontraba delante del Templo.


Dirás: Montañas de Israel, escuchen la palabra de Yavé. Esto dice Yavé a las montañas y a las colinas, a las quebradas y a los valles: Enviaré en su contra la espada, voy a destruir sus Altos Lugares.


Por eso Yavé les dice: Yo, a mi vez, me vuelvo contra ti; cumpliré dentro de ti, viéndolo las naciones, lo que he decidido.


¿Por qué te olvidas siempre de nosotros?, ¿por qué nos abandonas?


Todo lo que le pasó a Jerusalén y a Judá fue porque Yavé se había enojado tanto con ellos que acabó por echarlos de su presencia.


Le castigaré a él, a su familia y a su servidumbre por todas sus maldades, enviando sobre ellos, sobre los habitantes de Jerusalén y sobre los hombres de Judá todas las calamidades que les anuncié sin que me hicieran caso.


Pues bien, esto es lo que afirma ahora Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel: Yo voy a mandar sobre Judá y sobre los habitantes de Jerusalén toda suerte de calamidades con que los había amenazado, porque las avisé y no lo tomaron en cuenta, los llamé y no me respondieron.


y los arrojaré lejos de mi presencia, como arrojé a sus hermanos del norte, a toda la gente de Efraím.


Yo, yo soy el que te consuela. ¿Por qué tienes miedo a los hombres que mueren, a un hijo de hombre que desaparecerá como el pasto?


Yo, sí, yo he hablado, porque era yo quien lo llamaba y daba éxito a sus empresas.


El que menosprecia las advertencias saldrá perdiendo, el que observa los mandamientos será recompensado.


Aparta tu semblante de mis faltas, borra en mí todo rastro de malicia.


Vean ahora que Yo, sólo Yo soy, y que no hay más Dios que yo. Yo doy la muerte y la vida, yo hiero, y soy yo mismo el que sano, y no hay quién se libre de mi mano.


yo me enfrentaré con ustedes con ira y les devolveré siete veces más por sus pecados:


Por mi parte, voy a mandar el diluvio, o sea, las aguas sobre la tierra, para acabar con todo ser que tiene aliento y vida bajo el cielo; todo cuanto existe en la tierra perecerá.


Caín se fue de la presencia de Yavé y habitó en el país de Nod, al oriente del Edén.


Ahora, pues, lo que hice en Silo, también lo haré con esta Casa que lleva mi Nombre y por la que se sienten seguros. Lo mismo haré con este lugar que yo di a sus padres,


Abandoné mi casa, dejé mi propiedad, he entregado lo que más quería en manos de mis enemigos.


y si alguno llega a exclamar 'Carga de Yavé', entonces miren lo que les anuncia Yavé: Puesto que ustedes repiten esa expresión, siendo que les advertí que no la usaran,


Por eso Yavé declaró: 'También echaré lejos de mí a Judá, tal como lo hice con Israel. Ya no tomaré en consideración a Jerusalén, esa ciudad que había elegido, ni a la Casa de la que había dicho: allí estará mi Nombre'.


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