Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Jeremías 10:10 - Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Pero Yavé es el verdadero Dios, el Dios viviente, el Rey eterno. Cuando se enoja, tiembla la tierra, y las naciones no pueden aguantar su cólera.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

10 Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Sin embargo, el Señor es el único Dios verdadero. ¡Él es el Dios viviente y el Rey eterno! Toda la tierra tiembla ante su enojo; las naciones no pueden hacerle frente a su ira.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Pero YHVH es el Dios verdadero; ¡Él es el Dios viviente y el Rey eterno! Por su ira se estremece la tierra, Y las naciones no pueden soportar su indignación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Yahveh es el Dios verdadero, el Dios vivo y el Rey eterno. Ante su ira tiembla la tierra, y las naciones no soportan su furor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Mas Jehová es el Dios verdadero; Él es el Dios viviente y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Jeremías 10:10
69 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El es la Roca, cuya obra es perfecta, y todos sus caminos son justicia. Es Dios leal, enemigo del mal, es recto y justo.


Pues así habla el Altísimo, que vive en su morada eterna, y cuyo Nombre es santo: 'Yo vivo en lo alto y me quedo en mi santidad, pero también estoy con el hombre arrepentido y humillado, para reanimar el espíritu de los humildes y a los de corazón quebrantado.


¡Qué terrible eres tú! ¿Quién te resistirá el día de tu ira?


¿Quién podrá resistir ante su enojo? ¿Quién podrá soportar el ardor de su cólera? Su furor se extiende como el fuego, y las rocas se quiebran ante él.


Sediento estoy de Dios, del Dios de vida; ¿cuándo iré a contemplar el rostro del Señor?'


Sí, el Señor es bueno, su amor dura por siempre, y su fidelidad por todas las edades.


Luego vi un trono grande y espléndido y a uno que estaba sentado en él; el cielo y la tierra huyeron al verlo sin que quedaran huellas de ellos.


En tus manos encomiendo mi espíritu, y tú, Señor, Dios fiel, me librarás.


El Señor es rey ahora y para siempre, los paganos ya no se ven en su tierra.


Tembló la tierra y se estremeció, se sacudieron las bases de los montes, que temblaban con sólo ver su furor.


Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al que es Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo; ahí tienen el Dios verdadero y la Vida eterna.


Es espantoso caer en las manos del Dios vivo.


Al Rey de los siglos, al Dios único que vive más allá del tiempo y de lo que se ve, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Todos hablan del éxito que tuvimos entre ustedes y de cómo se pasaron de los ídolos a Dios. Pues empezaron a servir al Dios vivo y verdadero,


Amigos, ¿qué hacen? Nosotros somos humanos y mortales como ustedes, y acabamos de decirles que deben abandonar estas cosas que no sirven y volverse al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra, el mar y cuanto hay en ellos.


¿Quién podrá mantenerse en pie cuando aparezca? Pues él es como el fuego de una fundición y como la lejía que se usa para blanquear.


Se detiene, y la tierra se estremece, mira, y se sobresaltan las naciones; las montañas eternas se desploman, las colinas antiguas se derriten ¡Yavé sale como en tiempos pasados!'


A su paso se desmoronan las montañas y los valles se hunden como cera ante el fuego o como el agua que se escurre por la pendiente.


en el que hizo los cielos y la tierra, el mar y todo cuanto ellos encierran. El su lealtad conserva siempre,


Tu reino es reino por todos los siglos, y tu imperio por todas las edades. Fiel es el Señor en todas sus palabras y bondadoso en todas sus obras.


Tiembla, tierra, en presencia del Señor, en presencia del Dios de Jacob, del que cambia la roca en manantial, y la piedra, en fontana.


él, que mira a la tierra y ésta tiembla, y si toca a los montes, echan humo.


Sus relámpagos iluminan el mundo, la tierra lo contempla y se estremece.


Tu trono está erigido desde siempre, pues tú eres, Señor, desde la eternidad.


¿Quién conoce la fuerza de tu cólera y quién ha sondeado el fondo de tu furor?


Mi alma suspira y hasta languidece por los atrios del Señor; mi corazón y mi carne gritan de alegría al Dios que vive.


Se oía de tu trueno el retumbar, tus relámpagos el mundo iluminaban, la tierra se asombraba y estremecía.


El remueve la tierra de su sitio y sus columnas se bambolean.


Durante mucho tiempo estará Israel sin el verdadero Dios y sin sacerdotes que enseñen su Ley,


Al ver esto, todo el pueblo se echó con el rostro en tierra, gritando: '¡Yavé es Dios! ¡Yavé es Dios!'.


¡Así como tu servidor ha vencido al león y al oso, lo mismo hará con ese filisteo que ha insultado las tropas del Dios vivo!'


David preguntó a los hombres que estaban a su rededor: '¿Qué le harán al que venza a ese filisteo y logre vengar el insulto que se hace a Israel? ¡Quién es ese filisteo incircunciso para que insulte así a las tropas del Dios vivo!'


¡Oh Yavé! Cuando saliste de Seir, atravesando los campos de Edom, tembló la tierra, los cielos se deshicieron, las nubes se convirtieron en agua.


¿Qué hombre quedará con vida después de escuchar la voz de Dios vivo hablando de en medio del fuego, como lo hace ahora con nosotros?


Exige a los ricos que no sean arrogantes ni confíen en las riquezas, que son siempre inseguras; que más bien confíen en Dios, que nos proporciona todo generosamente para que lo disfrutemos.


Y ésta es la vida eterna: conocerte a ti, único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesús, el Cristo.


Pero Jesús se quedó callado. Entonces el sumo sacerdote le dijo: 'En el nombre del Dios vivo te ordeno que nos contestes: ¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios?'


Pedro contestó: 'Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo.


las montañas te ven y se estremecen; caen lluvias de diluvio mientras truena la voz del abismo.


Yavé hace oír su trueno, al frente de su ejército: numerosos son sus soldados, poderosos los que cumplen sus órdenes. Porque grande y temible es el día de Yavé. ¿Quién podrá soportarlo?


Se le dio el poder, la gloria y la realeza, y todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron. Su poder es el poder eterno que nunca pasará; su reino no será destruido.


Este es el decreto que promulgo: En toda la extensión de mi reino, la gente temerá y respetará al Dios de Daniel. El es el Dios vivo, que permanece para siempre: su reino no será destruido y su imperio no tendrá fin.


Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, celebro y glorifico al Rey de los cielos; todos sus caminos son justos y sus obras son verdad. Sabe humillar a los que se comportan con orgullo.


Ordené entonces que vinieran a verme todos los sabios de Babilonia para que me dieran a conocer el significado del sueño.


Pero no usen más la expresión 'Carga de Yavé', porque se volverá muy pesada para quien la emplee.


que estás sentado sobre los querubines, tú eres el único Dios de todos los reinos de la tierra; tú eres el creador del cielo y de la tierra. Atiéndeme, Yavé, y escucha. Abre, Yavé, tus ojos y mira. Mira las palabras de Senaquerib con que manda insultar al Dios viviente.


¡Ojalá Yavé, tu Dios, haya escuchado las palabras del general al que el rey de Asur mandó para que insultara al Dios vivo, y pueda Yavé tu Dios castigar esas palabras! ¡Ruega a Dios por los pocos que todavía quedamos!'


El Señor ha mandado una palabra, y es buena noticia para el gran ejército:


Abrahán plantó un árbol de tamarindo en Bersebá y allí invocó el nombre de Yavé, Dios Eterno.


Y todos los pueblos de la tierra sabrán que Yavé es Dios, y que no hay nadie más que él.


El Señor dominaba el diluvio, el Señor se ha sentado como rey y por siempre.


la tierra tembló y los cielos destilaron en presencia de Dios, el Dios de Israel.


Antes que nacieran las montañas y aparecieran la tierra y el mundo, tú ya eras Dios y lo eres para siempre,


Las naciones son como una gota en el borde del vaso, como un polvillo que se deja en la balanza. ¿Las tierras de ultramar ? Son sólo un granito de arena.


Todo el que quiera recibir una bendición en el país, la recibirá en el nombre del Dios de la verdad; y cualquiera que preste un juramento en el país, jurará por el Dios que cumple sus promesas, pues todos los males del pasado quedarán en el olvido y ocultos a mis ojos.


Si juras por la vida de Yavé, con verdad, con derecho y con justicia, entonces tú serás para las naciones una bendición, y serás su gloria.


Miré a los montes, y temblaban; a los cerros, y se sacudían.


Con el estruendo de la caída de Babilonia se estremece la tierra, y el eco retumba en todos los pueblos.


La tierra tembló y se estremeció porque se cumplió lo que Yavé había decretado contra Babilonia: reducir el territorio de Babilonia a un desierto despoblado.


Ustedes van a tener aquí la prueba de que el Dios vivo está en medio de ustedes y que por ustedes despojará a los cananeos, a los hititas, los jeveos, los fereceos, los guirgaceos, los amoreos y los jebuseos.


Tuya, oh Yavé, es la grandeza, la fuerza, la magnificencia, la duración y la gloria; pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra.


Gobernará la tierra con justicia y juzgará con rectitud a las naciones.


¿No eres acaso desde siempre mi Dios, mi rey, tú, el autor de las liberaciones del país?


Si en los cielos dictas la sentencia, la tierra se asusta y queda sin palabras.


Sepan que el Señor es Dios, él nos hizo y nosotros somos suyos, su pueblo y el rebaño de su pradera.


¿Acaso no lo sabes, o no lo has oído? Yavé es un Dios eterno que ha creado hasta los extremos del mundo. No se cansa ni se fatiga y su inteligencia no tiene límites.


El salva y libra, realiza señales y prodigios en los cielos y en la tierra: él salvó a Daniel de las garras y de los dientes de los leones'.


los cerros tiemblan ante él, y las lomas se estremecen. Ante él se derrumban la tierra, el universo y todos los que en él viven.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម