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Isaías 7:4 - Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Quédate tranquilo, no tengas miedo, y que tu corazón no te falle al ver ese par de tizones humeantes.

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Biblia Reina Valera 1960

4 y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni se turbe tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el ardor de la ira de Rezín y de Siria, y del hijo de Remalías.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Dile que deje de preocuparse; que no hay por qué temer a la ira feroz de esos dos tizones apagados que son Rezín, rey de Aram y Peka, hijo de Remalías.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Ten calma y observa: No temas ni te acobardes ante esos dos tizones humeantes, Por el ardor de la ira de Rezín, y de Siria, y del hijo de Remalías,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 y dile: 'Sé precavido, pero mantente tranquilo, no temas ni desmaye tu corazón por esos dos cabos de tizones humeantes, por la ira furibunda de Resín de Aram y del hijo de Remalías.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni desmaye tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el furor de la ira de Rezín y de Siria, y del hijo de Remalías.

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Isaías 7:4
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Díganles a los que están asustados: 'Calma, no tengan miedo, porque ya viene su Dios a vengarse, a darles a ellos su merecido; El mismo viene a salvarlos a ustedes.


Bueno es esperar en silencio la salvación de Yavé.


En la conversión y en la calma estaba su salvación, y su seguridad, en una perfecta confianza.


Escucha, Israel, estás para enfrentar a tus enemigos; que no desmaye tu corazón, no tengas miedo ni te turbes, ni tiembles delante de ellos,


Ustedes oirán hablar de guerras y de rumores de guerra. Pero no se alarmen; todo eso tiene que pasar, pero no será todavía el fin.


El ángel de Yavé dijo a Satán: 'Que Yavé te contenga, Satán, que él te haga callar, pues Jerusalén es su preferida. ¿No aparece éste como un tizón sacado del fuego?'


No tendrán que pelear en este lugar sino que se pararán y verán la salvación de Yavé sobre ustedes, oh Judá y Jerusalén. No teman ni se acobarden, salgan mañana al encuentro de ellos pues Yavé estará con ustedes.


Los he estremecido como estremecí a Sodoma y Gomorra, y quedaron ustedes como un tizón sacado del fuego. Y ustedes, sin embargo, no volvieron a mí, palabra de Yavé.


¿Egipto? Su auxilio es ineficaz y vano; por eso, le he puesto el sobrenombre de 'El espantapájaros incapaz'.


Por tanto, así se expresa Yavé de los Ejércitos: Oh pueblo mío, que vives en Sión, no le tengas miedo a Asur, que te da de palos, o que te pega con su bastón, como hacía Egipto.


porque antes de que el niño sepa decir 'papá y mamá', la riqueza de Damasco y el botín de Samaria serán llevados ante el rey de Asiria.


Rasín es sólo jefe de Damasco, y Damasco es solamente la capital de Aram.


David dijo a Saúl: '¡No hay por qué tenerle miedo a ése! Yo, tu servidor, iré a pelear con ese filisteo'.


No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.


No temas, raza de Jacob, más indefensa que un gusano. Yo soy tu socorro, dice Yavé, el Santo de Israel es el que te rescata.


Esto sucedió en tiempos de Ajaz, hijo de Jotam y nieto de Ozías, rey de Judá. Rasín, rey de Aram y Pecaj, hijo de Romelía, rey de Israel, subieron a Jerusalén para apoderarse de ella, pero no lo consiguieron.


Samaria es la capital de Efraím, y el hijo de Romelía es sólo jefe de Samaria. (Pues bien, dentro de cinco o seis años Efraím será destruido, dejará de ser un pueblo.) Pero si ustedes no creen, no permanecerán.


éste les contestó: 'Díganle a su patrón que ésta es la respuesta de Yavé: No te asustes por las palabras que escuchaste, con las que me injuriaron los mozos del rey de Asur.


Pecaj hijo de Remalías comenzó a reinar en Samaría el año cincuenta y dos de Azarías, rey de Judá y reinó veinte años.


Este pueblo se ha asustado ante los reyes de Damasco y Samaria, y no hizo más caso de las aguas de Siloé que corren mansamente.


Esta visión espera su debido tiempo, pero se cumplirá al fin y no fallará; si se demora en llegar, espérala, pues vendrá ciertamente y sin retraso.


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