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Isaías 66:24 - Biblia Católica (Latinoamericana)

24 y, al salir, verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí. El gusano que los devora no morirá, y el fuego que los quema no se apagará, y todos se sentirán horrorizados al verlos.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Y cuando salgan, verán los cadáveres de los que se han rebelado contra mí. Los gusanos que los devoran nunca morirán, y el fuego que los quema nunca se apagará. Todos los que pasen por allí se llenarán de horror absoluto».

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y saldrán, y mirarán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí: Su gusano no morirá, ni su fuego se extinguirá, y será el horror de todos los mortales.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Y cuando salgan, verán los cadáveres de aquellos que se rebelaron contra mí, pues no morirá su gusano, ni se extinguirá su fuego, y serán un horror para todo mortal.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano no morirá, ni su fuego se apagará; y serán abominables a toda carne.

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Isaías 66:24
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Tu esplendor junto al sonido de tus arpas ha sido lanzado al lugar adonde van los muertos, tienes gusanos como tu cama y, para cubrirte, lombrices.


Pero para los cobardes, los renegados, los corrompidos, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras, en una palabra, para todos los falsos, su lugar y su parte es el lago que arde con fuego de azufre, que es la segunda muerte.


Muchos de los que duermen en el lugar del polvo despertarán, unos para la vida eterna, otros para vergüenza y horror eternos.


Ya tiene la pala en sus manos para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en sus bodegas, mientras que la paja la quemará en el fuego que no se apaga.


En cambio, éste es el castigo que Yavé dará a todos los pueblos que hayan atacado a Jerusalén: se les pudrirá su carne mientras aún se mantienen de pie; sus ojos se descompondrán dentro de sus órbitas y su lengua se echará a perder en su misma boca.


Porque Yavé va a venir a juzgar, por medio del fuego y a probar a todo mortal. Entonces serán muchas las víctimas de Yavé:


No se apagará ni de día ni de noche, y el humo subirá continuamente. Quedará desolado para siempre, y por ahí nadie pasará.


El nombre de ustedes no se recordará más que cuando mis elegidos pronuncien una maldición: '¡Así te haga morir el Señor Yavé!' En cambio, a mis servidores les daré un nombre nuevo.


El hombre importante quedará como un trapo y su trabajo como una chispa; se quemarán los dos juntos, y no habrá nadie para apagar el fuego.


juzga a las naciones; está lleno de cadáveres, y de cabezas rotas a lo ancho de la tierra.


rebeldes y pecadores serán destrozados y aquellos que se alejen de Yavé, perecerán.


Por esto Yavé se enojó con su pueblo y levantó su mano para pegarle; los cerros se estremecieron y los cadáveres quedaron tirados esparcidos como la basura en las calles. Pero no se le pasó el enojo, pues siguió con su mano levantada.


la tierra se bambolea como un borracho, se balancea como una hamaca; es tanto el peso de sus faltas con las que debe cargar, que cae al suelo sin poder levantarse.


¿Hasta cuándo los estarás amenazando sin que comprendan? Haz que vean, para vergüenza suya, que cuidas de tu pueblo; ¡que tu furor, cual fuego, devore a tus enemigos!'


Los muertos están tirados por las calles, y se siente la fetidez de sus cadáveres. Los montes chorrean sangre,


Porque la polilla los roerá como ropa, y sus larvas se los comerán como lana. Pero mi justicia durará para siempre y mi salvación seguirá de siglos en siglos.


Pero no hay paz para los malvados, dice Yavé.


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