Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Isaías 63:8 - Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Dijo: 'En realidad son mi pueblo, hijos que no me harán traición. Y se hizo su salvador'

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

8 Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Él dijo: «Ellos son mi pueblo. Ciertamente no volverán a traicionarme». Y se convirtió en su Salvador.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Pues dijo: ¡Ciertamente ellos son mi pueblo, Hijos que no se portarán falsamente! Y así, Él se convirtió en el Salvador de ellos,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Dijo: 'Cierto, mi pueblo son ellos, hijos que no engañarán'. Y fue él su salvador

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Porque dijo: Ciertamente ellos son mi pueblo, hijos que no mienten; y fue su Salvador.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Isaías 63:8
33 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pacto mi alianza contigo y con tu descendencia después de ti: ésta es una alianza eterna. Yo seré tu Dios y, después de ti, de tu descendencia.


¡Vean cómo es él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación.


A ustedes los tomaré para pueblo mío, y seré Dios para ustedes. Y, en adelante, conocerán que yo soy Yavé, Dios de ustedes, que quité de sus espaldas el yugo de Egipto.


al único que nos salva por medio de Cristo Jesús nuestro Señor, a él sea gloria, honor, fuerza y poder desde antes de todos los tiempos, ahora y por todos los siglos. Amén.


Pero también nosotros hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo.


No se mientan unos a otros: ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus vicios


Por eso, no más mentiras; que todos digan la verdad a su prójimo, ya que todos somos parte del mismo cuerpo.


Si los miramos desde el Evangelio, ellos son enemigos, lo que es para el bien de ustedes. Pero ateniéndose a la elección, ellos son amados en atención a sus padres.


Cuando Jesús vio venir a Natanael, dijo de él: 'Ahí viene un verdadero israelita: éste no sabría engañar.


Yo pensaba: '¡Si al menos tú me temieras y tomaras en cuenta mi reprensión, y no te olvidaras de todas las veces que te corregí. Pero ellos, al contrario, se han apresurado a comportarse mucho peor aún.


Sin embargo, yo soy Yavé, tu Dios, desde la tierra de Egipto; no conoces otro Dios fuera de mí, ni tienes más Salvador que yo.


Oh Yavé, esperanza de Israel, que nos salvas en tiempo de angustia, ¿por qué te portas como extranjero en este país, o como huésped por una sola noche?


¿Quién te asustó y a quién tuviste miedo, para traicionarme así ? No te acordabas, ni hacías caso de mí. Yo, ¿no fue así?, me hice el desentendido, como que no había visto nada, por eso tú no me tuviste miedo.


Pueblos, pónganme atención, y escúchenme, naciones, porque de mí saldrá la Ley y mis sentencias que serán la luz de los pueblos.


Yo, yo soy Yavé, y nadie salva fuera de mí.


Pues yo soy Yavé, tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. Para rescatarte, entregaría a Egipto Etiopía y Saba, en lugar tuyo.


Pero tú, Israel, eres mi siervo. Tú eres mi elegido, pueblo de Jacob, raza de Abraham, mi amigo,


¡Se olvidaron de Dios que los había salvado, del que hizo grandes cosas en Egipto,


Feliz eres, ¡oh, Israel! ¿Quién semejante a ti, pueblo salvado por Yavé? El es el escudo que te ampara, la espada que te da la victoria. Tus enemigos quisieran apaciguarte, pero tú, al fin, les pisas el cuello.


Después tomó el libro de la Alianza y lo leyó en presencia del pueblo. Respondieron: 'Obedeceremos a Yavé y haremos todo lo que él pide.


Yavé dijo: 'He visto la humillación de mi pueblo en Egipto, y he escuchado sus gritos cuando lo maltrataban sus mayordomos. Yo conozco sus sufrimientos,


Aquel día, Yavé liberó a Israel del poder de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos en la orilla del mar.


Dice Yavé: 'Muy orgullosas andan las damas de Sión, con el cuello estirado y la mirada provocativa, y caminan a pasitos cortos haciendo sonar las pulseras de sus pies.


Este será para Yavé de los Ejércitos una señal y un testimonio en el país de Egipto. Y cuando se vean oprimidos y pidan socorro a Yavé, éste les mandará un salvador que los defenderá y libertará.


Te alimentarás con la leche de las naciones y serás amamantada con la riqueza de los reyes. Y conocerás, entonces, que yo, Yavé, soy tu Redentor, y que el Campeón de Jacob es tu Salvador.


Tus ciudades santas han quedado abandonadas; Sión está desierta, Jerusalén hecha una ruina.


Se portaron mal con él, ¡hijos indignos! generación perversa y depravada.


Pero Yavé no abandonará a su pueblo porque sería desacreditar a su nombre, después de lo que ha hecho por su propio pueblo.


¡No te enojes tanto, pues, Yavé, ni estés recordando, a cada momento, nuestros pecados! Míranos, pues todos nosotros formamos tu pueblo.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម