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Isaías 61:10 - Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Salto de alegría delante de Yavé, y mi alma se alegra en mi Dios, pues él me puso ropas de salvación y me abrigó con el chal de la justicia, como el novio se coloca su corona, o como la esposa se arregla con sus joyas.

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Biblia Reina Valera 1960

10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 ¡Me llené de alegría en el Señor mi Dios! Pues él me vistió con ropas de salvación y me envolvió en un manto de justicia. Soy como un novio vestido para su boda o una novia con sus joyas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Con sumo gozo me regocijaré en YHVH; Mi alma se alegrará en mi Dios, Porque me ha vestido con ropas de salvación, Me ha cubierto con el manto de la justicia, Como el novio y el sacerdote se visten espléndidamente, Y como la novia se engalana con sus joyas.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Con inmenso gozo me gozaré en Yahveh; exulta mi alma en mi Dios, pues me vistió con ropas de salvación, con manto de justicia me cubrió, como el novio se coloca la corona y como la novia se adorna con sus joyas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con ropas de salvación, me cubrió con el manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.

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Isaías 61:10
52 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y quiero encontrarme en él, no teniendo ya esa rectitud que pretende la Ley, sino aquella que es fruto de la fe de Cristo, quiero decir, la reordenación que Dios realiza a raíz de la fe.


¡Que tus sacerdotes se revistan de justicia y tus fieles griten de alegría!


Piensen que el Reino de Dios no es cuestión de comida o bebida, sino de justicia, de paz y alegría en el Espíritu Santo.


No sólo eso: nos sentiremos seguros de Dios gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, por medio del cual hemos obtenido la reconciliación.


De gloria revestiré a sus sacerdotes y sus fieles gritarán de júbilo.


Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo.


Levanta tus ojos y mira en tu derredor: todos se juntan y vuelven a ti. Por mi vida, dice Yavé, que todos ellos serán como tu traje de gala y los lucirás como una novia.


¡Despierta, despierta, levántate, Sión! Vístete de fiesta, Jerusalén, Ciudad Santa. Ya no volverá a entrar en ti ni el incircunciso ni el impuro.


Todos se han revestido de Cristo, pues todos fueron entregados a Cristo por el bautismo.


Pero el padre dijo a sus servidores: '¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo. Colóquenle un anillo en el dedo y traigan calzado para sus pies.


y darles (a todos los afligidos de Sión) una corona en vez de ceniza, el aceite de los días alegres, en lugar de ropa de luto, cantos de felicidad, en vez de pesimismo. Les pondrán el sobrenombre de 'Encinas de Justicia', 'los que Yavé plantó para su gloria'.


Así volverán los que ha salvado Yavé. Entrarán a Sión entre gritos de alegría, una dicha imperecedera hará brillar sus rostros. ¡Alegría y felicidad los acompañarán, y lejos quedarán las penas y los suspiros!


Y ahora: ¡levántate, Yavé Dios, hacia tu reposo, tú y el Arca de tu fuerza! ¡Que tus sacerdotes, Yavé Dios, se revistan de tu fuerza salvadora y tus fieles gocen de la felicidad!


Ustedes lo aman sin haberlo visto; ahora creen en él sin verlo, y nadie sabría expresar su alegría celestial'


Más bien revístanse del Señor Jesucristo, y no se dejen arrastrar por la carne para satisfacer sus deseos.


Mediante la fe según Jesucristo Dios reordena y hace justos a todos los que llegan a la fe. No hay distinción de personas,


yo seguiré alegrándome en Yavé, lleno de gozo en Dios, mi Salvador.


Entonces Ana pronunció este cántico: 'Mi corazón se alegra con Yavé, lleno de fuerza me siento con Yavé; ya puedo responder a mis enemigos porque me salvaste, y soy feliz.


Entonces dirán: 'Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado;'


y por ahí regresarán los libertados por Yavé; llegarán a Sión dando gritos de alegría, y con una dicha eterna reflejada en sus rostros; la alegría y la felicidad los acompañarán y ya no tendrán más pena ni tristeza.


Se acercó a mí uno de los siete ángeles de las siete copas llenas de las siete últimas plagas y me dijo: 'Ven, que te voy a mostrar a la novia, a la esposa del Cordero.


El Señor es mi fuerza y mi escudo, mi corazón confiaba en él, y me socorrió; por eso mi corazón se alegra y le canto agradecido.


Los de Efraím serán como unos héroes, se sentirán alegres como quien toma vino. Sus hijos se alegrarán al verlos y alabarán con júbilo al Señor.


¿Puede una joven olvidarse de sus adornos o una novia de su cinturón? Y, sin embargo, mi pueblo me ha olvidado, hace ya mucho tiempo.


Le dijeron además: '¡Vayan y coman buena carne y tomen bebida agradable, pero guarden una parte para el que nada tiene preparado y llévensela, porque hoy es un día santo para nuestro Señor!'


Luego sacó joyas de oro y plata, y también vestidos, y se los dio a Rebeca. Hizo también valiosos regalos a su hermano y a su madre.


Veinticuatro sillones rodean el trono, y en ellos están sentados veinticuatro ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro en la cabeza.


Me había puesto la justicia como un vestido y llevaba mi rectitud como un manto y un turbante.


Y mi alma se alegrará en el Señor, muy contenta con su intervención.


Tus mejillas se ven lindas con esos aros y tu cuello entre los collares.


Y dirás aquel día: 'Te doy gracias, Yavé, porque estabas enojado conmigo, pero se te pasó el enojo y me levantaste.


¡Vean cómo es él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación.


Porque olvidaste a Dios que te salva, y no te acordaste de la Roca que te protege. Pues bien, si plantas plantas tempraneras y cultivas patillas traídas del extranjero,


Yavé, tú eres mi Dios, yo te saludo y celebro tu Nombre, pues hiciste maravillas, obras que venían desde mucho antes, que no podían faltar.


Las echarás al viento, que se las llevará, el temporal las dispersará; pero tú te alegrarás en Yavé, y te sentirás orgulloso con el Santo de Israel.


Si hubieras estado atento a mis leyes, la dicha te habría inundado como un río. Habrías sido fuerte como las olas del mar,


Mientras que yo pensaba: 'He trabajado en balde, en vano he gastado mis fuerzas, para nada. Yavé, sin embargo, protegía mis derechos, mi Dios guardaba mi salario, pues soy importante para Yavé, y mi Dios se hizo mi fuerza.


Pues bien, Yavé se ha compadecido de Sión y ahora quiere dar vida a sus ruinas, transformar su soledad en un Paraíso y su sequedad en un jardín de Yavé. Entonces se lo agradecerán, tocando música y lanzando vivas de entusiasmo y de alegría.


los llevaré a mi cerro santo y haré que se sientan felices en mi Casa de oración. Serán aceptados los holocaustos y los sacrificios que hagan sobre mi altar, ya que mi casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos.


entonces, te sentirás feliz con Yavé. Yo te llevaré por las cumbres de la tierra, y te mantendré con la propiedad de tu padre Jacob; la boca de Yavé te lo asegura.


Que se alegren y que estén contentos para siempre por lo que voy a crear. Pues Yo voy a hacer de Jerusalén un Contento y de su pueblo una Alegría.


Cuando los sacerdotes salgan del santuario al patio exterior, dejarán allí las vestimentas con que oficiaron, porque esas vestimentas son santas. Se pondrán otras y entonces irán al patio reservado al pueblo.


Quítenle sus ropas sucias y pónganle un traje de gala. Coloquen además en su cabeza una corona reluciente. Lo vistieron con el traje de fiesta y pusieron en su cabeza la corona reluciente.


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