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Isaías 60:16 - Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Te alimentarás con la leche de las naciones y serás amamantada con la riqueza de los reyes. Y conocerás, entonces, que yo, Yavé, soy tu Redentor, y que el Campeón de Jacob es tu Salvador.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Reyes poderosos y grandes naciones colmarán todas tus necesidades, como si fueras un niño amamantado por una reina. Por fin sabrás que yo, el Señor, soy tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Mamarás la leche de las naciones, Mamarás los pechos de los reyes, Y sabrás que Yo, YHVH, soy tu Salvador, Tu Redentor, el Fuerte de Jacob.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Te amamantarás con la leche de las naciones, al pecho de los reyes te amamantarás, y sabrás que yo, Yahveh, soy tu salvador, y el fuerte de Jacob tu redentor.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Y mamarás la leche de los gentiles, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy tu Salvador, y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.

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Isaías 60:16
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Los reyes serán tus padres adoptivos y sus princesas tus niñeras. Se agacharán delante de ti hasta tocar el suelo y besarán el polvo de tus pies. Entonces tú sabrás que Yo soy Yavé; y que nunca defraudo a los que esperan en mí.


Cuando ustedes vean todo esto, les saltará de gozo el corazón y su cuerpo rejuvenecerá como la hierba. La mano de Yavé se dará a conocer a sus servidores y hará que sus enemigos vean su enojo.


Y ustedes serán llamados 'sacerdotes de Yavé' y los nombrarán 'ministros de nuestro Dios'. Ustedes vivirán a expensas de las naciones y se aprovecharán de su lujo.


Porque yo soy Yavé, su Dios, y ellos son Israel, mi pueblo, palabra de Yavé.


Para Sión, en cambio, y para todos los habitantes de Jacob que hayan vuelto de sus pecados, vendrá como Redentor.


A su luz caminarán las naciones, y los reyes de la tierra llevarán a ella sus riquezas.


Traerán a ella las riquezas y el esplendor de las naciones.


A ustedes los tomaré para pueblo mío, y seré Dios para ustedes. Y, en adelante, conocerán que yo soy Yavé, Dios de ustedes, que quité de sus espaldas el yugo de Egipto.


Por eso, dice el Señor Yavé Sabaot, el Fuerte de Israel: 'Me desquitaré con mis adversarios me vengaré de mis enemigos.


¡Grita de contento y de alegría, oh Sión, porque grande es, en medio de ti, el Santo de Israel!'


Este será para Yavé de los Ejércitos una señal y un testimonio en el país de Egipto. Y cuando se vean oprimidos y pidan socorro a Yavé, éste les mandará un salvador que los defenderá y libertará.


Entonces dirán: 'Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado;'


Los descarriados entrarán en razón y los rebeldes se dejarán instruir.


sino que Yavé es el que nos gobierna, Yavé nos pone leyes, Yavé es nuestro rey, El nos salvará.


Yo, yo soy Yavé, y nadie salva fuera de mí.


Tú eres un Dios al que le gusta esconderse, Dios de Israel, el Salvador.


O si no hablen, presenten sus pruebas; si es necesario, consúltense unos a otros: ¿Quién había anunciado estas cosas y las había publicado desde hace tiempo? ¿No he sido yo, Yavé? No hay otro Dios fuera de mí. Dios justo y Salvador no hay fuera de mí.


En vez de bronce, traeré oro; en vez de hierro, plata; en vez de madera, bronce, y en vez de piedra, hierro. Como gobernantes te pondré la paz, y en vez de opresión, la justicia.


Dijo: 'En realidad son mi pueblo, hijos que no me harán traición. Y se hizo su salvador'


pues tú eres nuestro Padre. Abraham ya no sabe de nosotros e Israel tampoco se acordará. Mas tú, Yavé, eres nuestro Padre, nuestro Redentor; éste ha sido siempre tu Nombre.


Te protegeré contra los malvados y te arrancaré de las manos de los violentos.


A tus opresores los haré comer su propia carne. y se emborracharán con su sangre como si fuese vino. Y todo mortal sabrá que yo, Yavé, soy tu Salvador y que tu Redentor es el Campeón de Jacob.


Pues bien, mi pueblo conocerá mi Nombre, y sabrá entonces quién dijo: '¡Aquí estoy!'


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