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Isaías 57:15 - Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Pues así habla el Altísimo, que vive en su morada eterna, y cuyo Nombre es santo: 'Yo vivo en lo alto y me quedo en mi santidad, pero también estoy con el hombre arrepentido y humillado, para reanimar el espíritu de los humildes y a los de corazón quebrantado.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 El Alto y Majestuoso que vive en la eternidad, el Santo, dice: «Yo vivo en el lugar alto y santo con los de espíritu arrepentido y humilde. Restauro el espíritu destrozado del humilde y reavivo el valor de los que tienen un corazón arrepentido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Porque así dice el Alto y Excelso, Morador eterno, cuyo nombre es Santo: Yo habito en la altura sagrada, Pero estoy con los de espíritu humilde y quebrantado, Para reanimar al de espíritu humilde y vivificar el corazón quebrantado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Que así dice el Excelso, el Sublime, que reside en la eternidad y cuyo nombre es santo: 'En lo alto y en lo santo resido, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para vivificar el espíritu de los humildes, para vivificar el corazón de los quebrantados.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Porque así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es Santo: Yo habito en el lugar alto y santo, y con el que es de espíritu humilde y contrito, para vivificar el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los contritos.

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Isaías 57:15
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El Señor está cerca del corazón deshecho y salva a los de espíritu abatido.


Desde arriba el Señor ve a los humildes y de lejos distingue al orgulloso.


sana los corazones destrozados y venda sus heridas.


¿Quién como Tú, Yavé, entre los dioses? ¿Quién como Tú, glorioso y santo, terrible en tus hazañas, autor de maravillas?


Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, celebro y glorifico al Rey de los cielos; todos sus caminos son justos y sus obras son verdad. Sabe humillar a los que se comportan con orgullo.


Ahora llega para mi servidor la hora del éxito; será exaltado, y puesto en lo más alto.


¿Acaso no lo sabes, o no lo has oído? Yavé es un Dios eterno que ha creado hasta los extremos del mundo. No se cansa ni se fatiga y su inteligencia no tiene límites.


El Dios eterno es tu refugio, te protegen sus brazos para siempre. Arroja ante ti al enemigo y te dice: Acaba con él.


Antes que nacieran las montañas y aparecieran la tierra y el mundo, tú ya eras Dios y lo eres para siempre,


pero Dios tiene mejores cosas que dar. Y la Escritura añade: Dios resiste a los orgullosos, pero hace favores a los humildes.


Sepan que sólo tú te llamas Señor, y eres Altísimo en toda la tierra.


Tu corazón se ha conmovido y te has humillado delante de Dios al oír mis palabras contra este lugar y sus habitantes; te has humillado ante mí, has rasgado tus vestidos y has llorado ante mí; por eso yo, a mi vez, he oído, palabra de Yavé.


Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza.


Al Rey de los siglos, al Dios único que vive más allá del tiempo y de lo que se ve, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Lo que es y que no podemos ver ha pasado a ser visible gracias a la creación del universo, y por sus obras captamos algo de su eternidad, de su poder y de su divinidad. De modo que no tienen disculpa.


Tu trono está erigido desde siempre, pues tú eres, Señor, desde la eternidad.


Escribe al ángel de la Iglesia de Filadelfia: Así habla el Santo, el Verdadero, el que guarda la llave de David: si él abre, nadie puede cerrar, y si cierra, nadie puede abrir.


El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí: ¡Santo es su Nombre!


¿Quién no dará honor y gloria a tu Nombre, oh Señor? Tú solo eres santo, y todas las naciones vendrán y se postrarán ante ti, porque tus fallos se han dado a conocer.


Pero Yavé es el verdadero Dios, el Dios viviente, el Rey eterno. Cuando se enoja, tiembla la tierra, y las naciones no pueden aguantar su cólera.


También ustedes, los más jóvenes, sean sumisos a la autoridad de los Ancianos. Traten de rivalizar en sencillez y humildad unos con otros, porque Dios resiste a los orgullosos, pero da su gracia a los humildes.


Al único inmortal, al que habita en la luz inaccesible a quien ningún hombre ha visto ni puede ver, a él honor y poder por siempre jamás. ¡Amén!


Por eso, si Yavé los abandona es sólo por un tiempo, hasta que aquella que debe dar a luz tenga su hijo. Entonces el resto de sus hermanos volverá a Israel.


Y gritaban, respondiéndose el uno al otro: 'Santo, Santo, Santo es Yavé de los Ejércitos, su Gloria llena la tierra toda.


Antes de los siglos fui formada, desde el comienzo, mucho antes que la tierra.


A ti he elevado mis ojos, a ti que habitas en los cielos.


Nuestro Dios está en los cielos, él realiza todo lo que quiere.


Porque tú eres Señor Altísimo en toda la tierra, que destaca muy por encima de los dioses.


Al menos tendría consuelo y gozo en medio de mi terrible susto, porque no habría maldecido la decisión del Santo.


No hay otro Santo que Yavé, nadie hay fuera de ti ni otra roca fuera de nuestro Dios.


Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tiene seis alas llenas de ojos alrededor y por dentro, y no cesan de repetir día y noche: Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, es y ha de venir.


pero con toda seguridad la sangre de Cristo, que se ofreció a Dios por el Espíritu eterno como víctima sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras de muerte, para que sirvamos al Dios vivo.


Pero Dios, que consuela a los humildes, me confortó con la llegada de Tito.


El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos


Ustedes, pues, recen así: Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre,


Por eso, levanto mi mano para que las saqueen aquellos que fueron sus esclavos. Así sabrán que Yavé de los Ejércitos me ha enviado.


Envió a su pueblo la liberación, fijó con él una alianza para siempre; santo y temible es su Nombre.


Que celebran tu nombre grande y terrible: '¡El es Santo!'


El nos conforta en toda prueba, para que también nosotros seamos capaces de confortar a los que están en cualquier dificultad, mediante el mismo consuelo que recibimos de Dios.


Entonces te acordarás, te sentirás llena de vergüenza y no te atreverás a abrir la boca cuando te perdone todo lo que has hecho, palabra de Yavé.


y le dice: 'Recorre Jerusalén, marca con una cruz en la frente a los hombres que se lamentan y que gimen por todas esas prácticas escandalosas que se realizan en esta ciudad.


Ahora es mejor que lo perdonen y le den ánimo, no sea que la pena sea más grande de lo que pueda soportar.


Ustedes pidieron la libertad de un asesino y rechazaron al Santo y al Justo.


Viste un árbol que crecía y que se hacía tan importante que su copa tocaba los cielos y que se lo veía desde toda la tierra.


El año en que murió el rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono elevado y alto, y el ruedo de su manto llenaba el Templo.


¿Podría Dios en realidad habitar en la tierra? ¡Si los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, cuánto menos lo podrá esta Casa que he construido!


Abrahán plantó un árbol de tamarindo en Bersebá y allí invocó el nombre de Yavé, Dios Eterno.


Si en medio de angustias caminare, tú me harías vivir; con tu mano paras al enemigo y tu diestra me salva.


Más vale permanecer humilde con los de abajo que repartirse los despojos con los orgullosos.


Grande es Yavé, pues mora en las alturas, El llena a Sión de justicia y de derecho.


El rey pide demasiado; sólo los dioses pueden satisfacer esa exigencia del rey, pero ellos no se encuentran en el mundo de los mortales'.


Rasguen su corazón, y no sus vestidos, y vuelvan a Yavé su Dios, porque él es bondadoso y compasivo; le cuesta enojarse, y grande es su misericordia; envía la desgracia, pero luego perdona.


Ya se te ha dicho, hombre, lo que es bueno y lo que el Señor te exige: tan sólo que practiques la justicia, que seas amigo de la bondad y te portes humildemente con tu Dios.


Salta, llena de gozo, oh hija de Sión, lanza gritos de alegría, hija de Jerusalén. Pues tu rey viene hacia ti; él es santo y victorioso, humilde, y va montado sobre un burro, sobre el hijo pequeño de una burra.


Guiaste con amor al pueblo que rescataste, lo llevaste con poder a tu santa morada.


Entonces la Nube vino a cubrir la Tienda de las Citas y la Gloria de Yavé llenó la Morada.


Moisés ya no podía entrar en la Tienda de las Citas, pues la Nube descansaba sobre ella y la Gloria de Yavé llenaba la Morada.


Porque él rebaja lo que es alto y salva al que baja los ojos;'


Aunque el justo padezca muchos males, de todos los librará el Señor.


Mi espíritu quebrantado a Dios ofreceré, pues no desdeñas a un corazón contrito.


Porque así me ha hablado Yavé: Me quedo mirando y sin moverme ahí donde estoy, así como pesa el calor cuando hay mucho sol, o como se detiene una nube blanca en un día de siega.


Mira desde los cielos, y ve desde tu santo y lujoso aposento: ¿Dónde están tu preocupación y tu poder? ¿Por qué ya no se conmueven tus entrañas? Ah, no sigas sin sentir pena por nosotros,


Alcemos nuestro corazón y nuestras manos al Dios que está en los cielos.


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