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Isaías 53:12 - Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Por eso, le daré en herencia muchedumbres y lo contaré entre los grandes, porque se ha negado a sí mismo hasta la muerte y ha sido contado entre los pecadores, cuando llevaba sobre sí los pecados de muchos e intercedía por los pecadores.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso, porque se expuso a la muerte. Fue contado entre los rebeldes. Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Por tanto, Yo le daré parte con los grandes, Y con los fuertes repartirá despojos, Por cuanto derramó su vida hasta la muerte, Y fue contado entre los pecadores, Habiendo cargado el pecado de multitudes y orado por los transgresores.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Por eso le daré las multitudes como parte suya, y con los poderosos repartirá el botín, porque entregó su vida a la muerte y entre los delincuentes fue contado, pues llevó el pecado de muchos y por los delincuentes intercede.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su alma hasta la muerte, y fue contado con los transgresores; y Él llevó el pecado de muchos, e hizo intercesión por los transgresores.

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Isaías 53:12
38 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pues les aseguro que tiene que cumplirse en mi persona lo que dice la Escritura: Ha sido contado entre los delincuentes. Ahora bien, todo lo que se refiere a mí está llegando a su fin.


de la misma manera Cristo se sacrificó una sola vez para quitar los pecados de una multitud. La segunda vez se manifestará a todos aquellos que lo esperan como a su salvador, pero ya no será por causa del pecado.


Esto les escribo, hijitos: ustedes recibieron ya el perdón de sus pecados.


Crucificaron con él también a dos ladrones, uno a su derecha y otro a su izquierda.


de otro modo hubiera tenido que padecer muchísimas veces desde la creación del mundo. De hecho se manifestó una sola vez, al fin de los tiempos, para abolir el pecado con su sacrificio.


¿Quién los condenará? ¿Acaso será Cristo, el que murió y, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios intercediendo por nosotros?


Todos andábamos como ovejas errantes, cada cual seguía su propio camino, y Yavé descargó sobre él la culpa de todos nosotros.


que se entregó por nosotros para rescatarnos de todo pecado y purificar a un pueblo que fuese suyo, dedicado a toda obra buena.


Hijitos míos, les he escrito esto para que no pequen; pero si uno peca, tenemos un defensor ante el Padre, Jesucristo, el Justo.


Levantemos la mirada hacia Jesús, que dirige esta competición de la fe y la lleva a su término. El escogió la cruz en vez de la felicidad que se le ofrecía; no tuvo miedo a la humillación, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.


Pues ahora no se trata de un santuario hecho por hombres, figura del santuario auténtico, sino que Cristo entró en el propio cielo, donde está ahora ante Dios en favor nuestro.


Les quitó su poder a las autoridades del mundo superior, las humilló ante la faz del mundo y las llevó como prisioneros en el cortejo triunfal de su cruz.


Fue detenido, enjuiciado y eliminado ¿y quién ha pensado en su suerte? Pues ha sido arrancado del mundo de los vivos y herido de muerte por los crímenes de su pueblo.


Yo soy como el arroyo que se escurre; todos mis huesos se han descoyuntado; mi corazón se ha vuelto como cera, dentro mis entrañas se derriten.


Pídeme y serán tu herencia las naciones, tu propiedad, los confines de la tierra.


Por eso es capaz de salvar de una vez a los que por su medio se acercan a Dios. El sigue viviendo e intercediendo en favor de ellos.


Tú les abrirás los ojos para que se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios: creyendo en mí se les perdonarán los pecados y compartirán la herencia de los santos.


Soltó al que estaba preso por agitador y asesino, pues a éste lo querían, y entregó a Jesús como ellos pedían.


De nuevo se apartó por segunda vez a orar: 'Padre, si esta copa no puede ser apartada de mí sin que yo la beba, que se haga tu voluntad.


Viste como se desprendió una roca de la montaña sin que mano alguna la tocara, y como pulverizó el hierro, el bronce, la arcilla, la plata y el oro: eso mismo va a acontecer. El Dios grande ha dado a conocer al rey lo que algún día va a pasar; como el sueño fue así, su interpretación también es exacta'.


así también todas las naciones se asombrarán, y los reyes quedarán sin palabras al ver lo sucedido, pues verán lo que no se les había contado y descubrirán cosas que nunca se habían oído.


Ahora llega para mi servidor la hora del éxito; será exaltado, y puesto en lo más alto.


Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón.


Y aunque deba dar mi vida por su fe, que vale más que cualquier celebración y sacrificio, me siento feliz y me alegro con todos ustedes.


Así se cumplió la Escritura que dice: y fue contado entre los malhechores.


Dios hizo cargar con nuestro pecado al que no cometió pecado, para que así nosotros participáramos en él de la justicia y perfección de Dios.


Dijo el enemigo: 'Los perseguiré y los alcanzaré, los tendré a merced, llevaré sus despojos; sacaré mi espada y mi mano los matará.


Y ahora se va deshaciendo mi vida, los días de aflicción se han apoderado de mí.


Mientras que yo pensaba: 'He trabajado en balde, en vano he gastado mis fuerzas, para nada. Yavé, sin embargo, protegía mis derechos, mi Dios guardaba mi salario, pues soy importante para Yavé, y mi Dios se hizo mi fuerza.


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