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Isaías 46:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Recuerden las cosas que pasaron antiguamente. Yo soy Dios y no hay otro igual, soy Dios y no hay nada divino fuera de mí.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Recuerden las cosas que hice en el pasado. ¡Pues solo yo soy Dios! Yo soy Dios, y no hay otro como yo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Recordando de las cosas pasadas predichas: Yo soy Dios, y no hay otro, No hay otro Dios semejante a mí,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Recordad las cosas pasadas de antaño: que yo soy Dios y nadie más, soy Dios y nadie como yo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Acordaos de las cosas pasadas desde la antigüedad; porque yo soy Dios, y no hay otro: Yo soy Dios, y no hay nadie semejante a mí;

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Isaías 46:9
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Las primeras cosas se han realizado; ahora, pues, anuncio cosas nuevas, antes que aparezcan se las doy a conocer.


Quiso que se recordaran sus milagros, ¿no es el Señor clemente y compasivo?


¿Con quién podrán compararme o equipararme? ¿Encontrarán uno igual o semejante a mí?


Acuérdate de los días pasados, recuerda las generaciones anteriores. Interroga a tu padre, que te cuente, a tus ancianos, que te expliquen.


Nadie hay como Dios ¡oh, Israel!, el que atraviesa los cielos para socorrerte, cabalgando majestuoso sobre las nubes.


Sí, así habla Yavé, Creador de los cielos, - pues El es Dios, que ha formado y hecho la tierra, - pues El le puso cimientos: No dejé la confusión, sino que la hice habitable, - pues yo soy Yavé y no hay otro;'


Pues Yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva y el pasado no se volverá a recordar más ni vendrá más a la memoria.


Así habla Yavé: 'El trabajo de Egipto y las ganancias de Etiopía, junto con los sebaítas, de alta estatura, pasarán a poder tuyo y te pertenecerán. Irán detrás de ti encadenados, se agacharán delante de ti y volviendo su cara hacia ti suplicarán: 'Sólo en ti está Dios, y no hay otro.


Pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre: todo viene de él y nosotros vamos hacia él. Y hay un solo Señor, Cristo Jesús: todo depende de él y de él dependemos nosotros.


Las juntaron en inmensos montones, quedando el país apestado de mal olor.


Porque esta vez enviaré todas mis plagas sobre ti, tus servidores y tu pueblo, para que entiendas de una vez que no hay nadie como yo en toda la tierra.


¿Quién lo había dicho con anterioridad para que lo supiéramos? Había que decirlo antes, y podríamos decir: 'Era exacto. Pero nadie lo anunció o lo dio a saber,


yo fui el primero que dije a Sión: 'Aquí están' y mandé la Buena Nueva a Jerusalén.


Como un león que sale de la espesura del Jordán y se dirige a un potrero siempre verde, así, en un abrir y cerrar de ojos, estaré en sus praderas y los haré huir. Pues ¿quién es como yo? ¿Quién podrá resistirme, y dónde está el pastor capaz de hacerme frente?


Alguien sale como un león de la espesura del Jordán, y se dirige a un potrero siempre verde; así, en un abrir y cerrar de ojos los echaré de allí y colocaré a mi elegido. ¿Quién es, en efecto, como yo? ¿Quién podrá demandarme ante la justicia? ¿Dónde está el pastor capaz de hacerme frente?'


¿Quién como Tú, Yavé, entre los dioses? ¿Quién como Tú, glorioso y santo, terrible en tus hazañas, autor de maravillas?


Pero veo que tenías secretas intenciones y sé lo que pensabas:


Ustedes son mis testigos, dice Yavé, y son mi servidor, que he elegido; sépanlo, pues, y crean en mí, y comprendan que Yo Soy. Ningún Dios fue formado antes de mí, y ningún otro existirá después.


Yo les había anunciado los acontecimientos mucho tiempo antes. Salieron de mi boca cuando los di a conocer, de pronto actué y se cumplieron.


Así dice Yavé: 'Vuelvan al punto de partida y pregunten por los viejos senderos: ¿Cuál era el camino del bien? Síganlo y encontrarán la tranquilidad. Pero respondieron: '¡No queremos ir por ahí!'


y sabrán ustedes que yo estoy en medio de Israel, yo Yavé, su Dios, y no hay otro. Mi pueblo no será ya jamás confundido.


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