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Isaías 44:22 - Biblia Católica (Latinoamericana)

22 He disuelto tus pecados como una neblina, y tus faltas como se deshace una nube. Vuélvete a mí, pues yo te he rescatado.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 He disipado tus pecados como una nube y tus ofensas como la niebla de la mañana. Vuelve a mí, porque yo pagué el precio para ponerte en libertad».

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 He disuelto como niebla tus rebeliones, Como nube tus pecados: Vuélvete a mí, porque Yo te redimí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Disipé como niebla tus culpas, como un nublado tus pecados. Vuelve a mí, que te he redimido.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Yo deshice como a una nube tus rebeliones, y como a niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí.

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Isaías 44:22
39 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Soy yo quien tenía que borrar tus faltas y no acordarme más de tus pecados.


Ustedes han sido comprados a un precio muy alto; procuren, pues, que sus cuerpos sirvan a la gloria de Dios.


Y ahora, así te habla Yavé, que te ha creado, Jacob, o que te ha formado, Israel. No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu nombre, tú eres mío.


Como el oriente está lejos del occidente así aleja de nosotros nuestras culpas.


Los limpiaré de todos esos pecados con que me ofendieron y se rebelaron contra mí.


Que el malvado deje sus caminos, y el criminal sus proyectos; vuélvanse a Yavé, que tendrá piedad de ellos, a nuestro Dios, que está siempre dispuesto a perdonar.


Rocíame con agua, y quedaré limpio; lávame y quedaré más blanco que la nieve.


¡Salgan de Babilonia! ¡Huyan del país de los caldeos! Griten esto alegremente, anúncienlo y transmítanlo hasta el último rincón del mundo. Digan: 'Yavé ha salvado a su servidor Jacob.


Así volverán los que ha salvado Yavé. Entrarán a Sión entre gritos de alegría, una dicha imperecedera hará brillar sus rostros. ¡Alegría y felicidad los acompañarán, y lejos quedarán las penas y los suspiros!


Sión será librada, pero no sin un Juicio, y son los justos los que se salvarán;'


¡Que recuerde el Señor la culpa de sus padres, que no se borre el pecado de su madre,


O bien, las nubes arrojan su rayo y el nublado difunde sus relámpagos.


Y nuestros adversarios decían: 'Nos dejaremos caer sobre ellos sin que lo sepan, antes de que nos vean. Los mataremos e interrumpiremos la obra'.


Si un hombre despide a su esposa y ella, alejándose de él, pasa a ser esposa de otro, ¿podrá volver a él de nuevo? ¿No sería un escándalo para todo el país? Pues bien, tú has andado con muchos amantes ¿y pretendes volver a mí?


Ahora Yavé les dice: 'Vengan, para que arreglemos cuentas. Aunque sus pecados sean colorados, quedarán blancos como la nieve; aunque sean rojos como púrpura, se volverán como lana blanca.


Tú, Yavé, conoces en detalle sus planes asesinos contra mí. No perdones su crimen ni se te olvide su pecado. ¡No pierdas de vista su destrucción, cuando se desate tu cólera, actúa, no más, contra ellos!


Oye, pues, las plegarias de tu siervo y las de Israel, tu pueblo, cuando recen en este lugar. Escucha tú desde el lugar de tu morada, desde los cielos; escucha y perdona.


Hijos de Israel, vuelvan a aquel a quien tanto han traicionado.


y no hubo aquel día quién dijera: 'Estoy enfermo'. Al pueblo que allí vive, se le ha perdonado su deuda.


No temas, raza de Jacob, más indefensa que un gusano. Yo soy tu socorro, dice Yavé, el Santo de Israel es el que te rescata.


Vuelvan a mí y yo me volveré a ustedes.


Jetró se alegró mucho al oír todos los beneficios que Yavé había hecho a Israel cuando lo sacó del poder de los egipcios.


¡Que los cielos festejen a su pueblo! ¡Hijos de Dios, póstrense ante él! Porque él venga la sangre de sus siervos y devuelve la venganza a sus adversarios, mientras purifica la tierra de su pueblo.


David dijo a Natán: '¡Pequé contra Yavé!' Y Natán le respondió: 'Yavé te perdona tu pecado, no morirás.


y él liberará a Israel de todas sus culpas.


Griten de alegría, ruinas de Jerusalén, porque Yavé se ha compadecido de su pueblo y ha rescatado a Jerusalén.


En aquellos días, entonces, se buscará la culpa de Israel, pero no existirá; los pecados de Judá, pero no se hallará ninguno, porque al que salvo, yo le perdono.


Entonces te acordarás, te sentirás llena de vergüenza y no te atreverás a abrir la boca cuando te perdone todo lo que has hecho, palabra de Yavé.


¿Qué Dios hay como tú, que borra la falta y que perdona el crimen; que no se encierra para siempre en su enojo, sino que le gusta perdonar?'


Tomó éste la palabra y les ordenó a sus asistantes:


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