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Isaías 43:27 - Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Ya pecó tu primer padre, y después se han rebelado tus portavoces;'

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Biblia Reina Valera 1960

27 Tu primer padre pecó, y tus enseñadores prevaricaron contra mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Desde el principio, tu primer antepasado pecó contra mí; todos tus líderes quebrantaron mis leyes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Ya tu primer padre pecó, Tus representantes° se rebelaron contra mí;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Tu primer padre pecó, tus portavoces se rebelaron contra mí.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

27 Tu primer padre pecó, y tus enseñadores prevaricaron contra mí.

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Isaías 43:27
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Los profetas anuncian mentiras, los sacerdotes buscan el dinero y todo esto le gusta a mi pueblo. ¿Qué harán ustedes, cuando llegue el fin?


También éstos se tambalean bajo los efectos del vino, sacerdotes y profetas andan dando tumbos por haber tomado tanto. El vino los hace titubear y los licores fuertes les hacen perder los sentidos: divagan en sus visiones y tartamudean al dar sus sentencias.


Dile de mi parte: Naciste en Canaán y de allí saliste; tu padre era el amorreo y tu madre una hitita.


Un solo hombre hizo entrar el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte. Después la muerte se propagó a todos los hombres, ya que todos pecaban.


Ustedes son un pueblo de cabeza dura, y la circuncisión no les abrió el corazón ni los oídos. Ustedes siempre resisten al Espíritu Santo, al igual que sus padres.


Los jefes de los sacerdotes, los jefes de los judíos y los maestros de la Ley también se burlaban de él. Decían:


Al amanecer, todos los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías celebraron una reunión para decidir la manera de hacer morir a Jesús.


¡No les hagan caso! Son ciegos que guían a otros ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo.


En efecto, desde los tiempos de sus antepasados, ustedes se han apartado de mis ordenanzas y no las han practicado. Vuelvan a mí y yo volveré a ustedes, dice Yavé de los ejércitos. Pero ustedes preguntan: '¿Por qué tenemos que volver?'


Sus gobernantes se dejan comprar para dar una sentencia; sus sacerdotes cobran por una decisión; sus profetas sólo vaticinan si se les paga. Y todos se sienten tan seguros de Yavé que dicen: Si el Señor está con nosotros, ¿qué desgracia nos puede pasar?'


Mi pueblo languidece por falta de conocimiento, y como tú has dejado que se perdiera el conocimiento, yo también haré que pierdas mi sacerdocio. Te has olvidado de mi Ley, y también yo me olvidaré de tus hijos.


¡Acostémonos en nuestra vergüenza y que nos cubra nuestra propia confusión! Porque nuestros padres, y nosotros desde nuestra juventud, hemos pecado contra Yavé, nuestro Dios, y no hemos escuchado su voz.


Yavé se instala en su tribunal, y se pone de pie para juzgar a su pueblo.


Para que no sean, a ejemplo de sus padres, una generación rebelde y obstinada, incapaz de mantener su decisión y cuyo espíritu no era fiel a Dios.


¡Raza de pecadores! Ustedes ahora imitan a nuestros padres y quieren que el furor de la ira de Yavé se encienda contra Israel.


Los guías de este pueblo lo han extraviado y sus dirigidos se han perdido.


la tierra se bambolea como un borracho, se balancea como una hamaca; es tanto el peso de sus faltas con las que debe cargar, que cae al suelo sin poder levantarse.


Es un espíritu que adormece, el que Yavé les ha enviado; les ha cerrado los ojos a ustedes los profetas, y a ustedes los videntes, les ha vendado los ojos.


Así habla Yavé: ¿Acaso despedí a su madre? ¡Muéstrenme el certificado de divorcio!


Vuelvan a su origen, miren la roca, la cantera de donde fueron sacados; miren a Abraham, su padre, y a Sara, que los dio a luz. Era uno solo cuando lo llamé, pero lo bendije y se multiplicó.


Grita con fuerza y sin miedo. Levanta tu voz como trompeta y denuncia a mi pueblo sus maldades, y sus pecados a la familia de Jacob.


¿Cómo pueden ustedes decir: 'Somos sabios y poseemos la Ley de Yavé?' Cuando es bien cierto que la ha cambiado en mentira la pluma falaz de los escribientes.


Los sabios pasarán vergüenza, serán confundidos y caerán en la trampa. Como despreciaron la palabra de Yavé, ¿qué les queda ahora como sabiduría?


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