Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Isaías 35:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Que se llene de flores como junquillos, que salte y cante de contenta, pues le han regalado el esplendor del Líbano y el brillo del Carmelo y del Sarón. Ellos a su vez verán el esplendor de Yavé, todo el brillo de nuestro Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

2 Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Así es, habrá abundancia de flores, de cantos y de alegría. Los desiertos se pondrán tan verdes como los montes del Líbano, tan bellos como el monte Carmelo o la llanura de Sarón. Allí el Señor manifestará su gloria, el esplendor de nuestro Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Florezca exuberante y desborde de júbilo, Alégrese y cante alabanzas! Porque le fue dada la gloria del Líbano,° La hermosura del Carmelo y de Sarón.° Sí, ellos verán la gloria de YHVH, La majestad de nuestro Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Como el narciso ha de florecer; exultará, sí, exultará jubiloso. Le ha sido concedida la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Ellos verán la gloria de Yahveh, el esplendor de nuestro Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Florecerá copiosamente y se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Isaías 35:2
57 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

A ti llegará lo mejor del Líbano, con el ciprés, el olmo y el alerce, para adornar mi Lugar Santo y honrar la Casa donde yo resido.


Entonces dirán: 'Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado;'


Y ¿cómo lo proclamarán si no son enviados? Como dice la Escritura: Qué bueno es ver los pasos de los que traen buenas noticias.


Porque aparecerá la gloria de Yavé y todos los mortales a una verán que Yavé fue el que habló.


La ciudad no necesita luz del sol ni de la luna, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.


El mismo Dios que dijo: Brille la luz en medio de las tinieblas, es el que se hizo luz en nuestros corazones, para que se irradie la gloria de Dios tal como brilla en el rostro de Cristo.


Padre, ya que me los has dado, quiero que estén conmigo donde yo estoy y que contemplen la Gloria que tú ya me das, porque me amabas antes que comenzara el mundo.


y darles (a todos los afligidos de Sión) una corona en vez de ceniza, el aceite de los días alegres, en lugar de ropa de luto, cantos de felicidad, en vez de pesimismo. Les pondrán el sobrenombre de 'Encinas de Justicia', 'los que Yavé plantó para su gloria'.


Ya no tendrás necesidad del sol para que alumbre tu día, ni de la luna para la noche. Porque Yavé será tu luz eterna, y tu Dios, tu esplendor.


La tierra está de luto y se muere, el Líbano ha sido humillado y queda árido, el Sarón parece un desierto, y un peladero, el Basán y el Carmelo.


Tus ojos, las piscinas de Jesbón, junto a la puerta de Bat-Rabím. Tu nariz es la cumbre del Líbano, centinela que mira hacia Damasco.


Bendito sea por siempre su nombre de gloria, que su gloria llene la tierra entera. ¡Amén, amén!


¡Abundancia de trigo habrá en la tierra, que cubrirá la cima de los montes; que abunde en fruto como el Líbano, se multiplicarán como hierba de la tierra!'


Desde Sión, la muy hermosa, Dios refulge:


Todos llevamos los reflejos de la gloria del Señor sobre nuestro rostro descubierto, cada día con mayor resplandor, y nos vamos transformando en imagen suya, pues él es el Señor del espíritu.


Y también: Alégrense, naciones paganas, junto con el pueblo de Dios.


Esto lo dijo Isaías, porque vio su gloria y habló de él.


Los de Efraím serán como unos héroes, se sentirán alegres como quien toma vino. Sus hijos se alegrarán al verlos y alabarán con júbilo al Señor.


No habrá sino buenos en tu pueblo y siempre poseerán mi tierra. Serán el brote nuevo que Yavé hizo crecer y la obra que mis manos hicieron en honor mío.


¡Cielos, griten de alegría! ¡Tierra, alégrate! Cerros, salten y canten de gozo porque Yavé ha consolado a su pueblo y se ha compadecido de los afligidos.


Plantaré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivares. En la estepa plantaré cipreses, olmos y alerces


Pero sobre nosotros se derramará el espíritu desde arriba. Entonces el desierto se transformará en vergel, y lo que ahora es llamado vergel será tenido por terreno baldío.


Y gritaban, respondiéndose el uno al otro: 'Santo, Santo, Santo es Yavé de los Ejércitos, su Gloria llena la tierra toda.


los cielos proclaman su justicia y todos los pueblos ven su gloria.


El norte y el sur tú los creaste, el Tabor y el Hermón celebran tu nombre.


Y salten de gozo todos los árboles, gócense delante del Señor que ya viene, viene para juzgar a la tierra.


Todos los habitantes de Lida y Sarón lo vieron y se convirtieron al Señor.


y por la mañana sus ojos verán la Gloria de Yavé. Yavé ha escuchado cuando ustedes murmuraron contra él. Pues sus quejas no se dirigían a nosotros, ¿qué somos nosotros?


Habitaban en Galaad, en Basán y sus aldeas, y en todos los pastizales comunes de Sarón hasta sus confines.


Yo soy el narciso de Sarón y el lirio de los valles.


En los días que vienen le saldrán brotes a Jacob, Israel dará brotes y florecerá, y sus frutos llenarán el mundo entero.


y por ahí regresarán los libertados por Yavé; llegarán a Sión dando gritos de alegría, y con una dicha eterna reflejada en sus rostros; la alegría y la felicidad los acompañarán y ya no tendrán más pena ni tristeza.


Sube a un alto cerro tú que le llevas a Sión una buena nueva. ¡Haz resonar tu voz, grita sin miedo, tú que llevas a Jerusalén la noticia! Diles a las ciudades de Judá: '¡Aquí está su Dios!'


Alégrense con Jerusalén, y que se feliciten por ella todos los que la aman. Siéntanse, ahora, muy contentos con ella todos los que por ella anduvieron de luto,


Cuando ustedes vean todo esto, les saltará de gozo el corazón y su cuerpo rejuvenecerá como la hierba. La mano de Yavé se dará a conocer a sus servidores y hará que sus enemigos vean su enojo.


Yo sanaré su infidelidad, los amaré con todo el corazón pues ya no estoy enojado con ellos.


Alamelec, Amead y Miseal. Al oeste tocaba el Carmelo y el lecho del Libnat.


De los almacenes de aceite, Joas. De los rebaños de vacas que pacían en Sarón, Sitray el saronita; los que pacían en los valles estaban bajo cuidado de Safat, hijo de Adalay.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម