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Isaías 34:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Mi espada en los cielos estaba esperando y ahora cae sobre Edom, sobre este pueblo que yo quiero que sea castigado.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Porque en los cielos se embriagará mi espada; he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Y cuando mi espada haya terminado su trabajo en los cielos, caerá sobre Edom, la nación que he señalado para ser destruida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Mi espada se embriagará en los cielos, Y para juicio descenderá en Edom° Sobre el pueblo de mi anatema.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Porque está ebria mi espada en los cielos. Mirad: baja contra Edom, contra el pueblo condenado por mí al exterminio.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Porque mi espada se embriagará en el cielo; he aquí que descenderá sobre Edom, y sobre el pueblo de mi anatema, para juicio.

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Isaías 34:5
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Ese día será para el Señor Yavé un día de venganza, para vengarse de sus enemigos: Su espada los va a devorar hasta quedar satisfecha, y se embriagará con su sangre. Sí, el Señor, Yavé de los Ejércitos, celebra un sacrificio de centenares de víctimas, en el norte, a orillas del río Eufrates.


Si Edom afirma que empezará a reconstruir sus ruinas, a pesar de haber sido destruidas, Yavé de los Ejércitos les advierte: '¿Qué sacan con reconstruir, si yo se lo demoleré? A ustedes los llamarán 'país maldito' y 'nación con la que Yavé se ha disgustado para siempre'.


¿Quién es ese que viene de Edom, que llega de Bosrá, vestido de rojo? ¿Quién es ése del vestido esplendoroso, y de andar majestuoso? 'Soy yo que hablo de justicia y soy poderoso para salvar.


Dirá después a los que estén a la izquierda: '¡Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y para sus ángeles!'


También sobre ustedes, etíopes, pende la amenaza de mi espada...


¡Ay, espada de Yavé! ¿Hasta cuándo estarás sin descansar? Métete en tu vaina. ¡Párate, tranquilízate!


Por eso, una maldición ha devorado la tierra por culpa de sus habitantes; por eso, se han ido muriendo y sólo quedan unos pocos. ('


No te olvides, Señor, de los hijos de Edom que, el día en que cayó Jerusalén, decían: '¡Arrásenla, arrásenla hasta los mismos cimientos!'


Levántate, Señor, hazles frente, derríbalos, de un mandoble líbrame del violento.


la crema de la vaca y la leche de las ovejas, la grasa de los corderos, y la flor de los granos de trigo; tuvo por bebida el jugo de la uva.


En su mano derecha tiene siete estrellas; de su boca sale una espada aguda de doble filo y su cara brilla como el sol cuando está en su máximo esplendor.


No pueden ver a una mujer sin desearla, no se cansan de pecar y de seducir a las almas poco firmes. Son gente maldita, que tienen el corazón ejercitado en la codicia.


Por el contrario, pesa una maldición sobre todos los que se van a las observancias, pues está escrito: Maldito el que no cumple siempre todo lo que está escrito en la Ley.


Maldito sea el que no ama al Señor. ¡Maran atha! ¡Ven, Señor


por eso, dejé botados a los jefes de mi santuario, exterminé a los hijos de Jacob y quise que mi pueblo fuera despreciado.


yo los condeno a morir por la espada, y todos doblarán la rodilla para ser degollados. Porque llamé y nadie respondió, les hablé y nadie me hizo caso. Hicieron lo que yo considero como malo y eligieron lo que a mí no me gusta.


Ahí están Edom, sus reyes y sus jefes; a pesar de su valor, cayeron a espada, igual que los demás. Están acostados con los circuncidados, junto con los que bajan a la tumba.


Tus montañas se cubrirán de cadáveres; habrá víctimas de la espada en tus colinas, en los valles y en todos los barrancos.


( ) Serán arrasados no sólo la montaña de Seír sino todo Edom. Y sabrán que yo soy Yavé.


Profecía sobre Edom. Alguien me grita desde Seír: 'Centinela, ¿qué hora es de la noche? Centinela, ¿qué hora es de la noche?'


En el ardor de mi indignación me volveré en contra de Edom y de las demás naciones que invadieron mi tierra con gusto y mucho desprecio, para apropiársela o para saquearla.


¡Reine el silencio delante del Señor Yavé, pues se acerca su día! Yavé ha preparado un sacrificio y ya ha consagrado a sus invitados.


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