Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Isaías 31:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¡Pobres de aquellos que bajan a Egipto, por si acaso consiguen ayuda! Pues confían en la caballería, en los carros de guerra, que son numerosos, y en los jinetes, porque son valientes. ¿Por qué no hicieron caso del Santo de Israel y no consultaron a Yavé?

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

1 ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 ¡Qué aflicción les espera a los que buscan ayuda en Egipto, al confiar en sus caballos, en sus carros de guerra y en sus conductores; y al depender de la fuerza de ejércitos humanos en lugar de buscar ayuda en el Señor, el Santo de Israel!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Ay de los que bajan a Egipto por socorro, Y confían en caballos y confían en carros, porque son muchos, Y en jinetes, porque son fuertes, Y no se fijan en el Santo de Israel, Y no consultan a YHVH!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 ¡Ay de los que bajan a Egipto por ayuda y buscan apoyo en su caballería! Confían en los carros, que son muchos; en los jinetes, que son muy numerosos, y no miran al Santo de Israel, a Yahveh no consultan.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y ponen su esperanza en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son muy fuertes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Isaías 31:1
39 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Unos en carros, otros a caballo, pero nosotros sólo recurrimos al nombre del Señor, nuestro Dios.


Así habla Yavé: ¡Maldito el hombre que confía en otro hombre, que busca su apoyo en un mortal, y que aparta su corazón de Yavé!


Que tu rey no tenga muchos caballos, no sea que traiga de vuelta a Egipto a su pueblo con el fin de tener más caballos. Pues Yavé te ordenó que no volvieras jamás por aquel camino.


Cayó sobre nosotros la desgracia como está escrito en la Ley de Moisés, pero no apaciguamos a Yavé nuestro Dios, renunciando a nuestra mala conducta y prestando atención a su verdad.


doble falta ha cometido mi pueblo: me ha abandonado a mí, que soy manantial de aguas vivas, y se han cavado pozos, pozos agrietados que no retendrán el agua.


¡Pero ni siquiera eres capaz de hacer retroceder al más insignificante de los generales de mi patrón! Mientras confiabas en Egipto, pensando que te daría carros y caballerías,


Pero ustedes no lo han aceptado y han dicho: '¡Mejor huiremos a caballo!' ¡Pues bien, huyan no más! Y han añadido: 'En rápidos carros. ¡Muy bien, sus perseguidores serán todavía más rápidos!'


Ya sé, tú cuentas con la ayuda de esa caña rota que es Egipto, que rompe y traspasa la mano del que se apoya en ella. Así se porta Faraón con todos los que confían en él. Ustedes, tal vez, me dirán:


Preparen sus palabras y vuelvan a Yavé para decirle: '¡Quita el pecado y acepta lo bueno, que esta confesión nuestra reemplace cualquier ofrenda!'


Todos se enardecen como un horno y devoran a sus gobernantes. Así han perecido todos sus reyes sin que ninguno de ellos me pidiera auxilios.


Pero ese príncipe se rebeló contra el rey de Babilonia, envió mensajeros a Egipto para que le dieran caballos y un numeroso ejército. ¿Podrá tener éxito? ¿Podrá escaparse después de haber roto la alianza?


Por eso Yavé ha cortado a Israel cabeza y cola, palmera y junco, en un mismo día.


También hicieron un estanque entre los dos muros para recoger las aguas del estanque inferior, en sustitución de la piscina antigua. Pero no repararon en el que manda estos acontecimientos, ni vieron a aquel que los ha decidido desde hace tiempo.


En aquel tiempo el vidente Janani fue donde Asá, rey de Judá, y le dijo: 'Porque te has apoyado en el rey de Aram y no en Yavé, tu Dios, por eso se ha escapado de tu mano el ejército del rey de Aram.


Tú acudiste al Moloc con aceites y le ofreciste perfumes; por él mandaste mensajeros muy lejos: esos niños que has enviado a donde los muertos.


Hay cítaras, panderetas, arpas, flautas y vino en su banquete, pero no ven la obra de Yavé ni entienden lo que él está preparando.


Su país está lleno de oro y plata y sus tesoros son innumerables.


Pero ¡volverán a Egipto! Ya que no han querido volver a mí, tendrán por rey a Asiria.


Y, sin embargo, Yavé, tú eres nuestro Padre, somos la greda que tus manos plasmaron, todos nosotros fuimos hechos por tus manos.


Cuando vayas a la guerra contra tus enemigos y veas caballos, carros y un ejército más numeroso que el tuyo, no les tengas miedo, porque está contigo Yavé, tu Dios, aquel que te sacó de Egipto.


La luz de Israel se hará fuego y su Santo será como una llama,


Entonces habrá susto y vergüenza para quienes confiaban en Etiopía y se sentían seguros por Egipto.


¡Yo soy Yavé, su Santo, el Creador de Israel, su Rey!


Así dice Yavé, Dios de Israel: Esta es la respuesta que entregarán ustedes al rey de Judá que los envió a consultarme: El ejército de Faraón que había salido de Egipto para ayudarlos, se volverá a su país,


y sostienen, por el contrario: 'No, que es a Egipto adonde queremos ir, pues allí no veremos más la guerra, ni oiremos el toque del clarín, ni sufriremos de falta de paz; es allí donde queremos morar',


La gente de Israel no confiará más en él, sino que se acordarán del pecado que cometieron volviéndose a Egipto; entonces sabrán que yo soy Yavé.


No puedo dejarme llevar por mi indignación y destruir a Efraím, pues soy Dios y no hombre. Yo soy el Santo que está en medio de ti, y no me gusta destruir.


Mi Dios, mi Santo ¿no eres tú el Yavé de antes que no puede morir? ¿Has hecho de este pueblo, oh Yavé, el instrumento de tu justicia? ¿Acaso lo has escogido, Roca mía, para corregirnos?


Viene Dios de Temán, el Santo, desde el monte Parán. Su majestad envuelve los cielos y su Gloria repleta la tierra.


Trajeron su ganado a José, y José les dio pan a cambio de sus caballos, ovejas, vacas y burros. De esta manera los abasteció de pan durante ese año a cambio de todos sus ganados.


Porque los ojos de Yavé recorren toda la tierra para fortalecer a los que le sirven de todo corazón. Pero has procedido neciamente en esta ocasión y por eso de aquí en adelante tendrás guerras.


¿Podrías contar con él por su mucha fuerza y encomendarle lo que a ti te cansa?


Mas el pueblo no se ha vuelto hacia el que le pegaba, no se ha preocupado de Yavé de los ejércitos.


Ellos serán en la batalla como valientes que pisan el polvo del camino; serán victoriosos, pues Yavé estará de su parte, y derrotarán a los que montan a caballo.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម