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Isaías 29:22 - Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Por todo esto, así lo declara Yavé, Dios de la familia de Jacob, El, que rescató a Abraham: 'En adelante, Jacob ya no será defraudado ni tendrá por qué verse pálido,

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Biblia Reina Valera 1960

22 Por tanto, Jehová, que redimió a Abraham, dice así a la casa de Jacob: No será ahora avergonzado Jacob, ni su rostro se pondrá pálido;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Por eso el Señor, quien redimió a Abraham, dice al pueblo de Israel: «Mi pueblo ya no será avergonzado, ni palidecerá de temor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Por tanto, YHVH, que redimió a Abraham, dice así a la casa de Jacob: Ya no se avergonzará más Jacob, ni se sonrojará° su rostro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Por eso, así dice Yahveh, Dios de la casa de Jacob, que rescató a Abrahán: 'No se avergonzará más Jacob ni palidecerá más su rostro,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Por tanto, Jehová que redimió a Abraham, dice así a la casa de Jacob: No será ahora confundido Jacob, ni su rostro se pondrá pálido;

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Isaías 29:22
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No temas, pues, servidor mío, Jacob, dice Yavé, ni te asustes, Israel, porque yo acudo, desde lejos, para sacarte a ti y a tus hijos del país en que están cautivos. Jacob volverá y encontrará la paz y vivirá tranquilo, sin que nadie lo moleste.


Vuelvan a su origen, miren la roca, la cantera de donde fueron sacados; miren a Abraham, su padre, y a Sara, que los dio a luz. Era uno solo cuando lo llamé, pero lo bendije y se multiplicó.


Israel en cambio será salvado para siempre, y sus hijos no sufrirán más vergüenza ni deshonra, nunca jamás.


y sabrán ustedes que yo estoy en medio de Israel, yo Yavé, su Dios, y no hay otro. Mi pueblo no será ya jamás confundido.


No temas, pues no vas a ser defraudada, no tengas vergüenza, pues no tendrás de qué ponerte colorada. Te olvidarás de las vergüenzas de tu juventud y de los desprecios que te hicieron cuando viuda.


Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.


Y cantaban este cántico nuevo: Eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.


Por eso, esto dice Yavé: Voy a traer de vuelta a los desterrados de Jacob, tendré piedad de todo Israel y defenderé celosamente mi Santo Nombre.


Cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre, las naciones sabrán que yo soy Yavé quien santifica a Israel.


Sobre ellos reinará mi servidor David, y tendrán todos un solo pastor. Entonces caminarán según mis mandamientos, observarán mis leyes y las pondrán en práctica.


pues tú eres nuestro Padre. Abraham ya no sabe de nosotros e Israel tampoco se acordará. Mas tú, Yavé, eres nuestro Padre, nuestro Redentor; éste ha sido siempre tu Nombre.


Así volverán los que ha salvado Yavé. Entrarán a Sión entre gritos de alegría, una dicha imperecedera hará brillar sus rostros. ¡Alegría y felicidad los acompañarán, y lejos quedarán las penas y los suspiros!


y toda la raza de Israel conseguirá con Yavé el triunfo y la gloria.


No temas, raza de Jacob, más indefensa que un gusano. Yo soy tu socorro, dice Yavé, el Santo de Israel es el que te rescata.


el Angel que me ha librado de todo mal, bendiga a estos muchachos. Que en ellos se perpetúe mi nombre y el nombre de mis padres Abraham e Isaac. Que lleguen a ser muy numerosos en esta tierra.


El Señor Yavé está de mi parte, y por eso no me molestan las ofensas; por eso, puse mi cara dura como piedra. y yo sé que no quedaré frustrado,


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