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Isaías 27:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Ahora bien, así es como será pagada la falta de Jacob, como será expiado su pecado: tendrá que hacer pedazos sus altares y moler sus piedras como se hace polvo la piedra de cal, y no levantar más postes sagrados o monumentos de piedra en honor al sol.

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Biblia Reina Valera 1960

9 De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los símbolos de Asera ni las imágenes del sol.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 El Señor lo hizo para purificar a Israel de su perversidad, para quitarle todo su pecado. Como resultado, todos los altares paganos serán reducidos a polvo. No quedará en pie ningún poste dedicado a la diosa Asera ni ningún santuario pagano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Con esto se expiará la transgresión de Jacob; Y éste será el fruto de alejar su pecado: Dejar las piedras de los altares Como piedra caliza triturada, Y no dejar en pie aseras° ni estelas.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Así, con esto será expiada la culpa de Jacob, y éste será todo el fruto: quitarle su pecado; que deje todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, que no queden en pie ni aserás ni estelas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 De esta manera, pues, será expiada la iniquidad de Jacob; y este será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando Él haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y ya no sean levantadas las estatuas de Asera, ni las imágenes del sol.

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Isaías 27:9
36 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y ésta es la alianza que yo haré con ellos después de borrar todos sus pecados.


Esto sí, te he puesto en el fuego, igual que la plata, y te he probado en el horno de la desgracia.


La caída de algunos de los que saben servirá para purificar, lavar y blanquear a muchos de los demás hasta el tiempo del fin, el cual ya ha sido fijado, pero que todavía es futuro.


Ya no se fijará más en lo que construyeron sus manos, ni contemplará lo que trabajaron sus dedos: los postes sagrados y los altares para el incienso.


pues el Señor corrige al que ama y castiga al que recibe como hijo.


Pero si el Señor nos juzga, nos corrige, para que no seamos condenados con este mundo.


En esos días, dice Yavé, arrancaré del país hasta el nombre de los ídolos para que nunca más se los mencione; echaré además a los profetas con sus espíritus impuros.


Volverán a sentarse bajo mi sombra; serán vigorosos como el trigo, y les brotarán flores como a la vid; serán tan renombrados como los vinos del Líbano.


Expulsaré de entre ustedes a los rebeldes, a los que se rebelaron contra mí; los echaré del país donde se encuentran, pero no entrarán en la tierra de Israel; entonces sabrán que yo soy Yavé.


Entrarán allí nuevamente y arrancarán todos los horrores, todos los ídolos.


lavar de sus inmundicias a las hijas de Sión, y para limpiar a Jerusalén de la sangre que ha sido derramada en ella, con el soplo de su justicia que es un soplo de fuego.


Ustedes se avergonzarán de los árboles sagrados que tanto les gustan, y se pondrán colorados al ver los jardines que tanto les encantan.


La herida que sangra evita la infección; los golpes curan el mal interior.


Fue bueno para mí que me humillaras, para que así aprendiera tus preceptos.


Antes de ser humillado me había alejado, pero ahora yo observo tu palabra.


Incendiaron la Casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos los objetos preciosos.


Derribaron en su presencia los altares de los baales y las piedras paradas que había sobre ellos, y rompió los troncos sagrados, las imágenes y los ídolos fundidos, reduciéndolos a polvo que esparció sobre las sepulturas de los que les habían ofrecido sacrificios.


Edificó ciudades fuertes en Judá, porque el país estaba en paz, y no hubo guerra contra él por aquellos años; pues Yavé le había dado tranquilidad.


Quemó la casa de Yavé, el palacio real y todas las casas de Jerusalén.


Más bien destruye sus altares, quiebra sus piedras levantadas y corta sus troncos sagrados. -


Destruiré sus santuarios altos, demoleré sus monumentos, amontonaré sus cadáveres sobre los cadáveres de sus sucios ídolos y les tendré asco.


Ustedes lo harán tanto en los altos cerros como en las lomas y bajo los árboles frondosos. Demuelan, pues, sus altares, rompan sus pedestales, quemen sus troncos sagrados y hagan pedazos las esculturas de sus dioses. Procuren borrar, en dichos lugares, hasta el nombre de sus dioses.


Botaron el poste sagrado de la casa de Baal y lo quemaron,


Sus altares serán derribados, sus altares para el perfume serán rotos. Haré que sus habitantes sean masacrados delante de sus ídolos.


También rompió las piedras paradas, hizo cortar los postes sagrados y rellenó el lugar con huesos humanos.


Encontrarás que son impuros la cubierta de plata de tus ídolos y el revestimiento de oro de tus estatuas. Los tirarás como unas inmundicias y les dirás: 'Váyanse de aquí.


Hablen a Jerusalén, hablen a su corazón, y díganle que su jornada ha terminado, que ha sido pagada su culpa, pues ha recibido de manos de Yavé doble castigo por todos sus pecados.


arrancaré de tus manos tus supercherías, y ya no tendrás más a tus adivinos.


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