10 Pues la mano de bendición del Señor descansará sobre Jerusalén. Moab, en cambio, será aplastado; será como la paja pisoteada y abandonada para que se pudra.
Por esto, lo juro por mi vida, dice Yavé de los Ejércitos, Dios de Israel, Moab quedará igual que Sodoma, y Amón, como Gomorra. La tierra será abandona a las ortigas, con canteras de sal, y será un desierto para siempre. Los que queden de mi pueblo se apoderarán de ellos; los sobrevivientes de mi nación los recibirán en herencia.
ya no es más ella la gloria de Moab.
En Jesebón han planeado su ruina:
'Vamos y borrémosla de entre las naciones.
También tú, Madmén, vas a caer,
ya la espada te está cercando.
Yavé de los Ejércitos está preparando para todos los pueblos, en este cerro, una comida con jugosos asados y buenos vinos, un banquete de carne y vinos escogidos.
¡Levántate, pues, y aplástalos con tus pies, hija de Sión, porque te pondré cuernos de hierro, y pezuñas de bronce para que tritures a muchos pueblos! Entonces consagrarás sus despojos a Yavé, y sus riquezas serán para el Señor del mundo entero.
Derribó Yavé a los valientes
que cuidaban mis ciudades.
Reunió un consejo contra mí
para sacrificar a mis jóvenes.
El Señor ha pisado en el lagar
a la virgen, Hija de Judá.
Porque así me ha hablado Yavé:
Me quedo mirando y sin moverme ahí donde estoy,
así como pesa el calor cuando hay mucho sol,
o como se detiene una nube blanca en un día de siega.
pero tú has sido echado a la fosa común, como una basura que molesta, como un cadáver pisoteado, cubierto de gente masacrada, de degollados por la espada.
Se dejarán caer sobre las costas de los filisteos al oeste, y juntos asaltarán a los hijos del este; extenderán su imperio sobre Edom y Moab y someterán a los amonitas.
Yo lo he enviado
contra una nación impía,
contra un pueblo que me molesta,
para que lo saquee
y le quite todo lo que tiene
y lo pisotee como el polvo de las calles.
Por esto Yavé se enojó con su pueblo
y levantó su mano para pegarle;
los cerros se estremecieron
y los cadáveres quedaron tirados
esparcidos como la basura en las calles.
Pero no se le pasó el enojo,
pues siguió con su mano levantada.
Lo veo; pero no por ahora,
lo contemplo, pero no de cerca:
un astro se levanta desde Jacob,
un cetro se yergue en Israel.
Le pega a Moab en las sienes,
y en el cráneo a todos los hijos de Set.
Y ahora Yavé declara: 'Dentro de tres años, los mismos que dura el contrato de un soldado, el famoso poder de Moab, con su gran población, se vendrá abajo y sólo quedará una minoría sin importancia.
Contra Moab. Así habla Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel:
Pobre de Nebo, que ha sido saqueada,
Quiriatayim ha sido tomada,
la confusión y el miedo reinan en la ciudadela: