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Isaías 23:18 - Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Pero sus ganancias y ahorros no serán, esta vez, guardados ni se acumularán, sino que serán consagrados a Yavé. Esos fondos se usarán para aquellos que ofician en su presencia, y con esto tendrán buena comida y se vestirán como príncipes.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Pero sus negocios y ganancias serán consagrados a Jehová; no se guardarán ni se atesorarán, porque sus ganancias serán para los que estuvieren delante de Jehová, para que coman hasta saciarse, y vistan espléndidamente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Sin embargo, al final, sus ganancias le serán entregadas al Señor. Sus riquezas no serán acumuladas, sino que darán buenos alimentos y vestidos de buena calidad a los sacerdotes del Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Pero su paga estará consagrada a YHVH. No se guardará ni se atesorará, porque sus ganancias serán para los que estén delante de YHVH, Para que coman hasta hartarse y vistan con esplendidez.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Su ganancia y su lucro serán consagrados a Yahveh, no serán almacenados ni guardados, sino que su tráfico será para los que moran ante Yahveh, para que coman a saciedad y se vistan espléndidamente.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Pero sus negocios y sus ganancias serán consagrados a Jehová; no se guardarán ni se atesorarán, porque sus ganancias serán para los que estuvieren delante de Jehová, para que coman hasta saciarse, y vistan honradamente.

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Isaías 23:18
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Los reyes de Tarsis y de las islas le pagarán tributo; los reyes de Arabia y de Etiopía le harán llegar sus cuotas.


El que se hace instruir, debe retribuir al que lo instruye con cualquier cosa que tenga.


Harás también una lámina de oro fino, en la cual mandarás grabar como se graba en los sellos: 'Consagrado a Yavé.


Pedro se fue sin más con ellos. Apenas llegó lo hicieron subir a la habitación del piso superior, donde le presentaron a todas las viudas, que estaban llorando, y le mostraban las túnicas y mantos que Tabita hacía mientras vivía con ellas.


Vendan lo que tienen y repártanlo en limosnas. Háganse junto a Dios bolsas que no se rompen de viejas y reservas que no se acaban; allí no llega el ladrón, y no hay polilla que destroce.


Juana, mujer de un administrador de Herodes, llamado Cuza; Susana, y varias otras que los atendían con sus propios recursos.


de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de las tierras de Tiro y de Sidón, muchísima gente venía a verlo con sólo oír todo lo que hacía.


Entreguen, pues, la décima parte de todo lo que tienen al tesoro del templo, para que haya alimentos en mi casa. Traten después de probarme, dice Yavé de los ejércitos, para ver si les abro las compuertas del cielo o si derramo para ustedes la lluvia bendita hasta la última gota.


¡Levántate, pues, y aplástalos con tus pies, hija de Sión, porque te pondré cuernos de hierro, y pezuñas de bronce para que tritures a muchos pueblos! Entonces consagrarás sus despojos a Yavé, y sus riquezas serán para el Señor del mundo entero.


Dios da a quien quiere la sabiduría, la ciencia y la alegría; el pecador tendrá la carga de amontonar y de enriquecerse para que todo pase a manos del que agrada a Dios. También allí habrá decepción: se habrá corrido tras el viento.


Préstamos y usura lo han hecho rico: amontonó para otro que tuvo piedad de los pobres.


Los buenos dejan a sus hijos y nietos su herencia; la fortuna de los pecadores está reservada al justo.


los grandes de Tiro ante él se postrarán. Ahí vienen los ricos del país a rendirte homenaje.


Ante él se postrarán todos los reyes, y le servirán todas las naciones.


Se apoderarán de tus riquezas, saquearán los frutos de tu trabajo, tus fortificaciones serán derribadas y tus hermosas mansiones, demolidas: arrojarán al mar las piedras junto con la madera y los escombros.


Los hombres de Juda participarán en el combate de Jerusalén, y luego recogerán los despojos de todas las naciones vecinas: oro, plata, trajes en grandes cantidades.


El que recibió cinco talentos negoció en seguida con el dinero y ganó otros cinco.


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