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Hechos 5:32 - Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Nosotros somos testigos de esto y lo es también el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que le obedecen.

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Biblia Reina Valera 1960

32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Nosotros somos testigos de estas cosas y también lo es el Espíritu Santo, dado por Dios a todos los que lo obedecen.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 Y nosotros somos testigos° de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado° Dios a los que le obedecen.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Testigos de estas cosas somos nosotros y el Espíritu Santo que Dios ha concedido a los que le obedecen'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.

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Hechos 5:32
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra.


Estaban preparando lo que mantiene a los ángeles en suspenso, y que ahora les ha sido anunciado a ustedes por sus evangelizadores, al mismo tiempo que el Espíritu Santo les era enviado desde el cielo. Y les fue revelado que todo esto sería, no para ellos, sino para ustedes.


Durante muchos días se apareció a los que habían subido con él desde Galilea a Jerusalén, y que habían de ser sus testigos ante el pueblo.


Pedro y los apóstoles respondieron: 'Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.


Fue el parecer del Espíritu Santo y el nuestro no imponerles ninguna otra carga fuera de las indispensables:


Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran.


Decía esto Jesús refiriéndose al Espíritu Santo que recibirían los que creyeran en él. Todavía no se comunicaba el Espíritu, porque Jesús aún no había entrado en su gloria.


Esta es la tercera vez que voy a verlos, y todo asunto se decidirá por declaración de dos o tres testigos.


Todavía estaba hablando Pedro, cuando el Espíritu Santo bajó sobre todos los que escuchaban la Palabra.


Y es un hecho que Dios resucitó a Jesús; de esto todos nosotros somos testigos.


El Espíritu asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.


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