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Hechos 5:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 pero se guardó una parte del dinero, siempre de acuerdo con su esposa; la otra parte la llevó y la entregó a los apóstoles.

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Biblia Reina Valera 1960

2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 y llevó solo una parte del dinero a los apóstoles pero afirmó que era la suma total de la venta. Con el consentimiento de su esposa, se quedó con el resto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 pero sustrajo parte° del precio, sabiéndolo también la mujer; y trayendo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 y, a sabiendas de ella, guardó parte de su precio y llevó y puso a los pies de los apóstoles sólo la otra parte.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Y retuvo parte del precio, sabiéndolo también su esposa; y trayendo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.

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Hechos 5:2
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Éste vendió un campo de su propiedad, trajo el dinero de la venta y lo puso a los pies de los apóstoles.


Pedro le dijo: 'Ananías, ¿por qué has dejado que Satanás se apoderara de tu corazón? Te has guardado una parte del dinero; ¿por qué intentas engañar al Espíritu Santo?'


En realidad no le importaban los pobres, sino que era un ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, se llevaba lo que echaban en ella.


Todo lo hacen para ser vistos por los hombres. Miren esas largas citas de la Ley que llevan en la frente y los largos flecos de su manto.


Maldito sea el tramposo que, teniendo en su rebaño un toro, luego de prometérmelo, me sacrifica una bestia raquítica. Porque el Rey grande soy yo, y mi Nombre será respetado en todas las naciones, dice Yavé de los Ejércitos.


Debes saber que la raíz de todos los males es el amor al dinero. Algunos, arrastrados por él, se extraviaron lejos de la fe y se han torturado a sí mismos con un sinnúmero de tormentos.


No hagan nada por rivalidad o vanagloria. Que cada uno tenga la humildad de creer que los otros son mejores que él mismo.


Todos los que habían creído vivían unidos; compartían todo cuanto tenían,


Otro hombre llamado Ananías, de acuerdo con su esposa Safira, vendió también una propiedad,


Pedro le preguntó: '¿Es cierto que vendieron el campo en tal precio?' Ella respondió: 'Sí, ese fue el precio.


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