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Hechos 4:31 - Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Terminada la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y se pusieron a anunciar con valentía la Palabra de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Y cuando ellos oraron, el lugar en que estaban congregados tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Mientras así oraban, retembló el lugar donde estaban reunidos y, llenos todos del Espíritu Santo, proclamaban con valentía la palabra de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Y cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con denuedo.

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Hechos 4:31
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Quítate de ahí y échate al mar!, y así sucederá. Todo lo que pidan en la oración, con tal de que crean, lo recibirán.


Antes que me llamen les responderé, y antes que terminen de hablar habrán sido atendidos.


Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran.


Si alguno de ustedes ve que le falta sabiduría, que se la pida a Dios, pues da con agrado a todos sin hacerse rogar. El se la dará.


De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban,


Y ahora, Señor, fíjate en sus amenazas; concede a tus siervos anunciar tu Palabra con toda valentía,


Mientras ustedes permanezcan en mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán.


En verdad les digo: El que crea en mí hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores.


Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre.


Mi condición de preso ha animado a la mayoría de nuestros hermanos en el Señor, los cuales ahora se atreven a proclamar la Palabra más abiertamente y sin miedo.


Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.


Quedaron admirados al ver la seguridad con que hablaban Pedro y Juan, que eran hombres sin instrucción ni preparación, pero sabían que habían estado con Jesús.


Con todo, permanecieron allí un buen número de días. Predicaban sin miedo, confiados en el Señor, que confirmaba este anuncio de su gracia con las señales milagrosas y los prodigios que les concedía realizar.


Tengo esperanza y estoy seguro de que no seré defraudado. Al contrario, no me cabe duda de que esta vez, como las anteriores, Cristo aparecerá más grande a través de mí, sea que viva o que muera.


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