Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Hechos 26:10 - Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Así lo hice en Jerusalén con los poderes que me dieron los jefes de los sacerdotes: hice encarcelar a muchos creyentes, y cuando eran condenados a muerte, yo di también mi voto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

10 lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Por cierto, eso fue justo lo que hice en Jerusalén. Con la autorización de los sacerdotes principales, hice que muchos creyentes de allí fueran enviados a la cárcel. Di mi voto en contra de ellos cuando los condenaban a muerte.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

10 lo cual, en efecto, hice en Jerusalem, pues luego de recibir autorización de parte de los principales sacerdotes, no sólo encerré yo en cárceles a muchos de los santos, sino que deposité la piedrecita° en contra cuando los mataban.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Y lo hice en Jerusalén; encerré a muchos de los fieles en la cárcel, con autorización que recibía de los pontífices. Cuando se los condenaba a muerte, yo daba mi voto contra ellos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 lo cual también hice en Jerusalén, y yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido autoridad de los príncipes de los sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Hechos 26:10
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Saulo, por su parte, trataba de destruir a la Iglesia. Entraba casa por casa, hacía salir a hombres y mujeres y los metía en la cárcel.


Los que lo oían quedaban maravillados y decían: '¡Y pensar que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocaban este Nombre! Pero ¿no ha venido aquí para encadenarlos y llevarlos ante los jefes de los sacerdotes?'


Porque yo soy el último de los apóstoles y ni siquiera merezco ser llamado apóstol, pues perseguí a la Iglesia de Dios.


Al llegar a Jerusalén intentó juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, pues no creían que fuese realmente discípulo.


Saulo estaba allí y aprobaba el asesinato. Este fue el comienzo de una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría.


Los testigos habían dejado sus ropas a los pies de un joven llamado Saulo.


Y observé que la mujer se había embriagado con la sangre de los santos y de los mártires de Jesús. Esta visión me dejó muy sorprendido,


Carta de Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, a los santos que (en Efeso) están y perseveran en Cristo:


Ustedes han oído hablar de mi actuación anterior, cuando pertenecía a la comunidad judía, y saben con qué furor perseguía a la Iglesia de Dios y trataba de arrasarla.


Ella abrió los ojos, reconoció a Pedro y se sentó. El le dio la mano y la ayudó a levantarse; luego llamó a los santos y a las viudas y se la presentó viva.


Pedro, que recorría todos los lugares, fue también a visitar a los santos que vivían en Lida.


y que corren tras ellos! Tan sólo penas cosecharán. No les ofreceré libaciones de sangre ni llevaré sus nombres a mis labios.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម