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Hechos 19:35 - Biblia Católica (Latinoamericana)

35 Al fin el secretario de la ciudad logró calmar a la multitud y dijo: 'Ciudadanos de Efeso, ¿quién no sabe que la ciudad de Éfeso guarda el templo de la gran Artemisa y su imagen caída del cielo?'

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Biblia Reina Valera 1960

35 Entonces el escribano, cuando había apaciguado a la multitud, dijo: Varones efesios, ¿y quién es el hombre que no sabe que la ciudad de los efesios es guardiana del templo de la gran diosa Diana, y de la imagen venida de Júpiter?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

35 Por fin, el alcalde logró callarlos lo suficiente para poder hablar. «Ciudadanos de Éfeso —les dijo—, todos saben que la ciudad de Éfeso es la guardiana oficial del templo de la gran Artemisa, cuya imagen nos cayó del cielo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 Entonces el escribano, para calmar a la gente, dice: Varones efesios, ¿hay acaso alguna persona que no sepa que la ciudad de Éfeso es la guardiana del templo de la gran Artemisa, y de lo caído del cielo?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 El magistrado logró acallar a la multitud declarando: 'Ciudadanos de Éfeso, ¿qué hombre puede ignorar que la ciudad de Éfeso se honra con la custodia del templo de la gran Artemisa y de su imagen bajada del cielo?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

35 Entonces el escribano, cuando hubo apaciguado a la multitud, dijo: Varones efesios ¿qué hombre hay que no sepa que la ciudad de los efesios es adoradora de la gran diosa Diana, y de la imagen caída de Júpiter?

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Hechos 19:35
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Aparecerán hombres mentirosos con la conciencia marcada con la señal de los infames.


En aquel tiempo no esperaban un Mesías, no tenían parte en el pueblo de Israel y no les correspondían las alianzas de Dios ni sus promesas; ustedes vivían en este mundo sin esperanza y sin Dios.


Pero como ustedes mismos pueden ver y oír, ese Pablo ha cambiado la mente de muchísimas personas, no sólo en Efeso, sino en casi toda la provincia de Asia. Según él, los dioses no pueden salir de manos humanas.


Así fue como llegaron a Efeso, y allí dejó que ellos se fueran. Pablo entró en la sinagoga y empezó a discutir con los judíos.


Es sabido que Dios no escucha a los pecadores, pero al que honra a Dios y cumple su voluntad, Dios lo escucha.


Pero cuando se dieron cuenta de que era judío, todos a una voz se pusieron a gritar, y durante casi dos horas sólo se oyó este grito: '¡Grande es la Artemisa de los efesios!'


Siendo esto algo tan evidente, conviene que ustedes se calmen y no cometan ninguna locura.


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