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Hechos 17:16 - Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu hervía viendo la ciudad plagada de ídolos.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, se indignó profundamente al ver la gran cantidad de ídolos que había por toda la ciudad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Mientras Pablo los esperaba° en Atenas, su espíritu estaba enardecido dentro de sí, al observar que la ciudad estaba° llena de ídolos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, se consumía su espíritu en su interior al ver la ciudad repleta de ídolos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Y mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía en él, viendo la ciudad entregada a la idolatría.

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Hechos 17:16
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Vi a los traidores y me dieron asco, pues no respetan tu palabra.


Pero en cambio salvó a Lot, hombre recto que se sentía profundamente afligido por la conducta desenfrenada de aquella gente viciosa.


De mis ojos han brotado ríos de lágrimas, al ver que no se observa tu Ley.


Entonces Jesús paseó sobre ellos su mirada, enojado y muy apenado por su ceguera, y dijo al hombre: 'Extiende la mano. El paralítico la extendió y su mano quedó sana.


Yo, al contrario, estoy lleno del espíritu de Yavé. El me da celo por la justicia, me llena de fuerza y de ánimo para denunciar a Jacob su pecado, para descubrir las faltas de Israel.


Por eso, decidí no recordar más a Yavé, ni hablar más en su nombre, pero sentía en mí algo así como un fuego ardiente aprisionado en mis huesos, y aunque yo trataba de apagarlo, no podía.


El celo por tu casa me devora, los insultos de los que te insultan recaen sobre mí.


Respondió: 'Ardo de indignación por Yavé Sabaot, porque los hijos de Israel te han abandonado. Han derribado tus altares, dado muerte a cuchillo a tus profetas; sólo he quedado yo y tratan de matarme'.


Respondió: 'Ardo de indignación por Yavé Sabaot, porque los hijos de Israel te han abandonado. Han derribado tus altares, dado muerte a cuchillo a tus profetas; sólo he quedado yo y tratan de matarme'.


Mientras recorría la ciudad contemplando sus monumentos sagrados, he encontrado un altar con esta inscripción: 'Al Dios desconocido. Pues bien, lo que ustedes adoran sin conocer, es lo que yo vengo a anunciarles.


Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.


Los que acompañaban a Pablo lo llevaron a Atenas, y después regresaron a Berea con instrucciones para Timoteo y Silas de que fueran a reunirse con él lo antes posible.


Se sabe que para todos los atenienses y los extranjeros que viven allí no hay mejor pasatiempo que contar o escuchar las últimas novedades.


Tiempo después Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto.


Ahora voy a Jerusalén, atado por el Espíritu, sin saber lo que allí me sucederá;'


Como no podía soportarlo más, decidí quedarme solo en Atenas


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