Hechos 16:28 - Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁸ pero Pablo le gritó: 'No te hagas daño, que estamos todos aquí.

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Biblia Reina Valera 1960

²⁸ Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁸ pero Pablo le gritó: «¡Detente! ¡No te mates! ¡Estamos todos aquí!».

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁸ Pero Pablo le dijo a gran voz: ¡No te hagas ningún mal, que todos estamos aquí!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁸ Pero Pablo exclamó a grandes voces: 'No te hagas ningún mal, que todos estamos aquí'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁸ Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún daño, pues todos estamos aquí.

Hechos 16:28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

1 Tesalonicenses 5:15

Cuiden que nadie devuelva a otro mal por mal, sino constantemente procuren el bien entre ustedes y con los demás.

Lucas 23:34

(Mientras tanto Jesús decía: 'Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.) Después los soldados se repartieron sus ropas echándolas a suerte.

Mateo 5:44

Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores,

Eclesiastés 7:17

No seas malvado en demasía ni te comportes como un insensato: podrías morir antes de tiempo.

Lucas 22:51

Pero Jesús le dijo: '¡Basta ya!' Y tocando la oreja del hombre, lo sanó.

Proverbios 8:36

pero el que me ofende atenta contra su vida, todos los que me odian eligieron la muerte.

Salmos 35:14

Caminaba sin rumbo como por un amigo o un hermano, me curvaba de tristeza como quien llora a su madre.

Salmos 7:4

si he devuelto mal por bien, o despojado sin razón a mi contrario,

Levítico 19:18

No te vengarás ni guardarás rencor contra tus paisanos, sino que más bien amarás a tu prójimo como a ti mismo, pues Yo soy Yavé.

Éxodo 20:13

No mates.

Hechos 16:27

Se despertó el carcelero y vio todas las puertas de la cárcel abiertas. Creyendo que los presos se habían escapado, sacó la espada para matarse,

Hechos 16:29

El hombre pidió una luz, entró de un salto y, después de encerrar bien a los demás presos, se arrojó temblando a los pies de Pablo y Silas.