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Hechos 13:11 - Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Pues ahora la mano del Señor va a caer sobre ti, quedarás ciego y no verás la luz del sol por cierto tiempo. Al instante quedó envuelto en oscuridad y tinieblas, y daba vueltas buscando a alguien que lo llevase de la mano.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Ahora mira, el Señor ha puesto su mano de castigo sobre ti, y quedarás ciego. No verás la luz del sol por un tiempo». Al instante, neblina y oscuridad cubrieron los ojos del hombre, y comenzó a andar a tientas, mientras suplicaba que alguien lo tomara de la mano y lo guiara.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 ¡He aquí la mano del Señor ahora contra ti, y estarás ciego, y no verás la luz del sol por un tiempo! Y al instante cayeron sobre él tinieblas y oscuridad; y daba vueltas buscando lazarillos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Ahora mismo caerá sobre ti la mano del Señor y quedarás ciego, sin poder ver el sol por cierto tiempo'. Y al instante le sobrevinieron oscuridad y tinieblas y, tanteando, buscaba quien le llevara de la mano.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Ahora pues, he aquí la mano del Señor es contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por un tiempo. Y al instante cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quién le condujese de la mano.

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Hechos 13:11
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Tu mano día y noche pesaba sobre mí, mi corazón se transformó en rastrojo en pleno calor del verano.


volveré mi mano contra los animales de tus campos, de manera que habrá una mortandad tremenda de los caballos, de los burros, de los camellos, de las vacas y ovejas.


Es espantoso caer en las manos del Dios vivo.


Se reunieron todos los príncipes de los filisteos: 'Devolvamos el arca del Dios de Israel, dijeron, que vuelva al lugar de donde vino. Porque si no, vamos a morir nosotros y nuestro pueblo'. Se había producido en toda la ciudad un pánico terrible pues la mano de Dios se había vuelto muy pesada.


Son fuentes sin agua, nubes arrastradas por el huracán, que se convierten en densas tinieblas.


Jesús añadió: 'He venido a este mundo para llevar a cabo un juicio: los que no ven, verán, y los que ven, se volverán ciegos.


Apiádense de mí, ustedes mis amigos, que es la mano de Dios la que me hirió.


Quiero, hermanos, que entiendan este misterio y no se sientan superiores. Una parte de Israel va a quedarse endurecida hasta que el conjunto de las naciones haya entrado;'


Salió Ananías, entró en la casa y le impuso las manos diciendo: 'Hermano Saulo, el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.


Es un espíritu que adormece, el que Yavé les ha enviado; les ha cerrado los ojos a ustedes los profetas, y a ustedes los videntes, les ha vendado los ojos.


Pues tus flechas en mí se han clavado, y tu mano se ha cargado sobre mí.


El rey de Aram estaba en guerra con Israel. Tuvo una sesión de consejo con sus servidores y les dijo: 'Iré a tender una emboscada en tal y cual sitio'.


Pero, apenas llegaron con ella, el peso de la mano de Dios se hizo sentir en la ciudad: se produjo un gran pánico. Castigó a los habitantes, desde el más chico al más grande, haciéndoles salir tumores.


Hirieron de ceguera a los hombres que estaban fuera, desde el más joven hasta el más viejo, de modo que no fueron ya capaces de encontrar la puerta.


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