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Hechos 12:10 - Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Pasaron la primera y la segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió sola. Salieron y se metieron por un callejón, y de repente lo dejó el ángel.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Pasaron el primer puesto de guardia y luego el segundo y llegaron a la puerta de hierro que lleva a la ciudad, y esta puerta se abrió por sí sola frente a ellos. De esta manera cruzaron la puerta y empezaron a caminar por la calle, y de pronto el ángel lo dejó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y pasando la primera y segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y saliendo, caminaron a lo largo de una calle, y súbitamente el ángel se apartó de él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Atravesaron la primera y la segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, que se les abrió por sí misma. Salieron fuera, recorrieron un trozo de calle y, de pronto, el ángel se apartó de él.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y cuando pasaron la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salieron y pasaron una calle, y en seguida el ángel se apartó de él.

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Hechos 12:10
11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero un ángel del Señor les abrió las puertas de la cárcel durante la noche y los sacó fuera, diciéndoles:


De repente se produjo un temblor tan fuerte que se conmovieron los cimientos de la cárcel; todas las puertas se abrieron de golpe y a todos los presos se les soltaron las cadenas.


Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: '¡La paz esté con ustedes!'


El vigía exclamó: 'En lo alto de la torre, mi señor, estoy de pie todo el día, y en mi puesto de guardia permanezco alerta toda la noche.


Lo dejaron preso mientras tanto, porque no se sabía lo que se haría con él.


Y los metió a todos en la cárcel por tres días.


y los entregó en custodia al capitán de la guardia en la misma cárcel en que estaba José.


Escribe al ángel de la Iglesia de Filadelfia: Así habla el Santo, el Verdadero, el que guarda la llave de David: si él abre, nadie puede cerrar, y si cierra, nadie puede abrir.


Después de detenerlo lo hizo encerrar en la cárcel bajo la vigilancia de cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno, pues su intención era juzgarlo ante el pueblo después de la Pascua.


Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: 'La paz esté con ustedes.


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