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Hebreos 6:19 - Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Esta es nuestra ancla espiritual, segura y firme, que se fijó más allá de la cortina del Templo, en el santuario mismo.

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Biblia Reina Valera 1960

19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Esta esperanza es un ancla firme y confiable para el alma; nos conduce a través de la cortina al santuario interior de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 la cual tenemos como firme y segura ancla del alma, que penetra hasta lo que está en el interior del velo,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Como a un ancla firme y segura de nuestra vida nos asimos a esta esperanza, que va penetrando hasta detrás del velo,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 La cual tenemos como ancla del alma, segura y firme, y que penetra hasta dentro del velo;

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Hebreos 6:19
33 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¿Qué tienes alma mía, qué te abate, por qué gimes en mí? Confía en Dios, que aún le cantaré a mi Dios salvador.


Después sacrificará el macho cabrío que fue reservado para el sacrificio por el pecado del pueblo, y llevará su sangre detrás del velo. Haciendo con su sangre lo mismo que hizo con la sangre del novillo, rociará el Lugar del Perdón en su parte anterior.


Le dijo: 'Di a tu hermano Aarón que no entre en cualquier tiempo en el Santuario que está detrás del velo, ni se presente ante el lugar del Perdón que está encima del Arca, no sea que muera, pues es allí donde yo me manifiesto en medio de la nube, encima del Lugar del Perdón.


pero en la segunda tan sólo entra el sumo sacerdote una sola vez al año, y nunca sin la sangre que va a ofrecer por sus extravíos y por los del pueblo.


A continuación, detrás de la segunda cortina, hay otra habitación, llamada el Lugar Santísimo,


En ese mismo instante la cortina del Santuario se rasgó de arriba abajo, en dos partes.


Si han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios.


¿Qué te abate, alma mía, por qué gimes en mí? Pon tu confianza en Dios que aún le cantaré a mi Dios salvador.


A pesar de todo no se hunden los sólidos cimientos puestos por Dios, en los cuales está inscrito: El Señor conoce a los suyos, y: Aléjese de la maldad el que invoca el nombre del Señor.


Temerosos de que fuéramos a chocar contra unas rocas, tiraron cuatro anclas desde la popa y esperaron ansiosamente a que amaneciera.


Por eso la fe es el camino, y todo es don. De este modo la promesa de Abrahán queda asegurada para toda su raza, no sólo para sus hijos según la Ley, sino también para aquellos que por la fe son hijos suyos.


Soltaron las anclas y las dejaron caer al mar mientras aflojaron las cuerdas de los timones; izaron al viento la vela delantera y se dejaron arrastrar hacia la playa.


En vista de todo esto, el Señor Yavé les dice: Yo mismo voy a colocar una piedra en Sión, una piedra escogida, una piedra angular, de gran valor y firme: 'El que se apoye en ella, no se moverá.


¡Vean cómo es él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación.


Por lo tanto, acerquémonos con plena confianza al Dios de bondad, a fin de obtener misericordia y hallar la gracia del auxilio oportuno.


Nos resucitó en Cristo Jesús y con él, para sentarnos con él en el mundo de arriba.


¿Qué te abate, alma mía, por qué gimes en mí? Pon tu confianza en Dios que aún le cantaré a mi Dios Salvador.


Así, pues, hermanos míos muy amados, manténganse firmes y no se dejen conmover. Dedíquense a la obra del Señor en todo momento, conscientes de que con él no será estéril su trabajo.


Si es así, ¿qué me queda, Señor? Pondré en ti mi esperanza.


Hacia ti volverán, oh Sión, los prisioneros que estaban aguardando. Ahora te doy doble bendición para compensar tus días de destierro.


Pablo sabía que una parte de ellos eran saduceos y la otra fariseos. Así que declaró en medio del Sanedrín: 'Hermanos, yo soy fariseo e hijo de fariseos. Y ahora me están juzgando a causa de nuestra esperanza, a causa de la resurrección de los muertos.


Abrahán creyó y esperó contra toda esperanza, llegando a ser padre de muchas naciones, según le habían dicho: ¡Mira cuán numerosos serán tus descendientes!


que la paciencia nos hace madurar y que la madurez aviva la esperanza,


Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor.


Quiso darles a conocer la gloria tan grande que su plan misterioso reservaba a las naciones paganas. ¡Ustedes tienen a Cristo y esperan la Gloria!


Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, por su gran misericordia. Al resucitar a Cristo Jesús de entre los muertos, nos dio una vida nueva y una esperanza viva.


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