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Hebreos 5:12 - Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Ustedes deberían ser maestros después de tanto tiempo, y, en cambio, necesitan que se les vuelvan a enseñar los primeros elementos de las enseñanzas de Dios. Necesitan leche y no alimento sólido.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Hace tanto que son creyentes que ya deberían estar enseñando a otros. En cambio, necesitan que alguien vuelva a enseñarles las cosas básicas de la palabra de Dios. Son como niños pequeños que necesitan leche y no pueden comer alimento sólido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 porque debiendo ser ya maestros, en razón del tiempo, tenéis necesidad de que alguien os enseñe otra vez los primeros rudimentos de los oráculos de Dios, y habéis venido a ser como los que necesitan leche, y no alimento sólido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Pues realmente, debiendo ser maestros por el tiempo ya pasado, os encontráis de nuevo en la necesidad de que os enseñen los rudimentos de los oráculos divinos, y os habéis vuelto tales que necesitáis leche, no comida sólida.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Porque debiendo ser ya maestros, por causa del tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

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Hebreos 5:12
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Con todo, dejemos las primeras enseñanzas sobre Cristo y pasemos a cosas más avanzadas. No vamos a echar una vez más las bases, es decir, el arrepentimiento de las obras de muerte, la fe en Dios,


Como niños recién nacidos, busquen la leche no adulterada de la Palabra; gracias a ella crecerán y alcanzarán la plenitud.


El que se queda con la leche no entiende todavía el lenguaje de la vida en santidad, no es más que un niño pequeño.


Que la palabra de Cristo habite en ustedes y esté a sus anchas. Tengan sabiduría, para que se puedan aconsejar unos a otros y se afirmen mutuamente con salmos, himnos y alabanzas espontáneas. Que la gracia ponga en sus corazones un cántico a Dios,


Vengan, hijos, y pónganme atención, quiero enseñarles el temor del Señor.


Jesús respondió: '¡Qué generación tan incrédula y malvada! ¿Hasta cuándo estaré entre ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo acá.


A ver ustedes que andan con sed, ¡vengan a las aguas! No importa que estén sin plata, vengan; pidan trigo sin dinero, y coman, pidan vino y leche, sin pagar.


Pues efectivamente se había dedicado con todo su corazón al estudio de la Ley de Yavé, a ponerla en práctica y a enseñarle a Israel las leyes y las costumbres.


Por ese entonces todos los consejos de Ajitofel eran como palabras de Dios; así los consideraban tanto David como Absalón.


Si alguno habla, que sean palabras de Dios; si cumple algún ministerio, hágalo con el poder de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Cristo Jesús. A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.


Pero cuando me encuentro en la asamblea prefiero decir cinco palabras mías que sean entendidas y ayuden a los demás, antes que diez mil en lenguas.


Grande, bajo todo punto de vista. En primer lugar, fue a los judíos a quienes confió Dios su palabra.


Este es el que estaba con nuestros padres en la asamblea del desierto, con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y el que recibió las palabras de vida para comunicárselas a ustedes.


Les respondió: '¡Qué generación tan incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho.


Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor.


Por eso, Yavé les habla en estos términos: '¡Si entiendes, bueno, si no sabes, no importa!', para que al caminar se caigan de espaldas y se quiebren un hueso, y caigan en la trampa y queden atrapados.


Hermanos, no sean niños en su modo de pensar. Sean como niños en el camino del mal, pero adultos en su modo de pensar.


De igual modo, también nosotros pasamos por una etapa de niñez y estuvimos sometidos a las normas y principios que rigen el mundo.


A propósito de esto tendríamos muchas cosas que decir, pero nos cuesta exponerlas, porque se han vuelto lentos para comprender.


Recuerden aquellos primeros tiempos, poco después de haber sido iluminados, en que tuvieron que soportar un duro y doloroso combate.


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