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Hebreos 13:24 - Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Saluden a todos sus dirigentes y a todos los santos hermanos nuestros. Los de Italia los saludan.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os saludan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Saluden a todos los líderes y a todos los creyentes que están allí. Los creyentes de Italia les envían sus saludos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Saludad a todos vuestros dirigentes y a todos los santos.° Los de Italia os saludan.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Saludad a todos los que os dirigen y a todo el pueblo santo. Os saludan los de Italia.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Saludad a todos a los que os dirigen, y a todos los santos. Los de Italia os saludan.

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Hebreos 13:24
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Obedezcan a sus dirigentes y estén sumisos, pues ellos se desvelan por sus almas, de las cuales deberán rendir cuenta. Ojalá esto sea para ellos motivo de alegría y no un peso, pues no les traería a ustedes ventaja de ninguna clase.


Acuérdense de sus dirigentes que les enseñaron la palabra de Dios; miren cómo dejaron esta vida e imiten su fe.


pues oigo alabar el amor y la fe que te animan tanto hacia el Señor como en beneficio de los santos.


Allí se encontró con un judío llamado Aquila, natural del Ponto, que acababa de llegar de Italia con su esposa Priscila, a consecuencia de un decreto del emperador Claudio; porque todos los judíos habían recibido la orden de abandonar Roma. Pablo se acercó a ellos,


a los santos y creyentes que viven en Colosas, verdaderos hermanos míos en Cristo: Reciban gracia y paz de Dios nuestro Padre.


Los saludan todos los hermanos de aquí, especialmente los del palacio del César.


Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y el hermano Timoteo saludan a la Iglesia de Dios que está en Corinto y a los santos que viven en toda Acaya.


Carta de Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús, a los filipenses, a todos ustedes, con sus obispos y sus diáconos, que en Cristo Jesús son santos.


Cuando se decidió que nos debíamos embarcar rumbo a Italia, Pablo y otros prisioneros fueron entregados a un tal Julio, capitán del batallón Augusto.


Ananías le respondió: 'Señor, he oído a muchos hablar del daño que este hombre ha causado a tus santos en Jerusalén.


Ustedes, a su vez, acepten su autoridad así como la de cualquiera que coopere y se dedique al servicio con ellos.


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