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Hebreos 12:6 - Biblia Católica (Latinoamericana)

6 pues el Señor corrige al que ama y castiga al que recibe como hijo.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Pues el Señor disciplina a los que ama y castiga a todo el que recibe como hijo».

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Porque el Señor al que ama disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Porque el Señor reprende a quien él ama, y castiga a todos los hijos que adopta.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Porque el Señor al que ama castiga, y azota a todo el que recibe por hijo.

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Hebreos 12:6
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yo reprendo y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete.


porque el Señor corrige al que ama, así como un padre reprende al hijo que quiere.


Sé, Señor, que tus juicios son justos y que con razón me has afligido.


No usar el chicote es no amar al hijo: el que lo ama no demora en corregirlo.


¡Feliz el hombre que corriges, Señor, y al que tú enseñas tu Ley!


Seré para él un padre y él será para mí un hijo; si hace el mal lo corregiré como lo hacen los hombres, lo castigaré a la manera humana.


Corrígenos, Yavé, pero con prudencia, sin enojarte, no sea que desaparezcamos.


Comprende, pues, que del mismo modo que un padre educa a su hijo, así Yavé te ha educado a ti.


Feliz el hombre que soporta pacientemente la prueba, porque, después de probado, recibirá la corona de vida que el Señor prometió a los que lo aman.


Fue bueno para mí que me humillaras, para que así aprendiera tus preceptos.


Fíjense que llamamos felices a aquellos que fueron capaces de perseverar. Han oído hablar de la constancia de Job y saben lo que al final el Señor hizo por él, pues el Señor es compasivo y misericordioso.


Ahora bien, así es como será pagada la falta de Jacob, como será expiado su pecado: tendrá que hacer pedazos sus altares y moler sus piedras como se hace polvo la piedra de cal, y no levantar más postes sagrados o monumentos de piedra en honor al sol.


Hijo mío, no desprecies las advertencias de Yavé, no te rebeles contra su reprimenda;'


Pues, ¿de qué se queja el hombre, el hombre que vive a pesar de sus pecados?


Al poco tiempo falleció Elimelec, y Noemí quedó sola con sus dos hijos.


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