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Hebreos 11:26 - Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Se fijó en que Dios retribuiría a cada uno, y consideró que ser humillado con Cristo tenía más valor que todas las riquezas de Egipto.

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Biblia Reina Valera 1960

26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Consideró que era mejor sufrir por causa de Cristo que poseer los tesoros de Egipto, pues tenía la mirada puesta en la gran recompensa que recibiría.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 considerando mayor riqueza el vituperio del Mesías que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en el galardón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 y considerando el oprobio de Cristo como riqueza mayor que los tesoros de Egipto, pues tenía la mirada puesta en la recompensa.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

26 Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros en Egipto; porque tenía puesta su mirada en el galardón.

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Hebreos 11:26
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

pero sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan.


Por eso no pierdan ahora su resolución, que tendrá una recompensa grande.


Te aconsejo que me compres oro refinado para que te hagas rico, ropas blancas para que te cubras y no tengas que avergonzarte de tu desnudez; por último pídeme un colirio que te pondrás en los ojos para ver.


Si son insultados a causa del nombre de Cristo, felices ustedes, porque la gloria y el Espíritu de Dios descansan sobre ustedes.


Miren cuán inflexible era la Ley entregada por los ángeles, pues toda falta o desobediencia recibía su castigo.


nos tocan mil penas, y permanecemos alegres. Somos pobres, y enriquecemos a muchos, no tenemos nada, y lo poseemos todo.


¡Qué suerte para ti si ellos no pueden compensarte! Pues tu recompensa la recibirás en la resurrección de los justos.


Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes.


A mí, el menor de todos los creyentes, se me concedió esta gracia de anunciar a los pueblos paganos la incalculable riqueza de Cristo


Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil, entonces es cuando soy fuerte.


Al que es justo le va mejor con poco que al malvado con toda su riqueza.


El Espíritu de Cristo estaba en ellos y les descubría de antemano los sufrimientos de Cristo y la gloria que iba a alcanzar, pero ellos se preguntaban quién sería y cuándo se realizaría eso.


Salgamos, pues, del recinto sagrado para ir a su encuentro, y carguemos con su misma humillación,


Fueron expuestos públicamente a humillaciones y pruebas, tuvieron que participar del sufrimiento de otros que fueron tratados de esta manera.


Pero al tener a Cristo consideré todas mis ventajas como cosas negativas.


Que les ilumine la mirada interior, para que entiendan lo que esperamos a raíz del llamado de Dios, qué herencia tan grande y gloriosa reserva Dios a sus santos,


Los apóstoles salieron del Consejo muy contentos por haber sido considerados dignos de sufrir por el Nombre de Jesús.


El que recibe a un hombre justo por ser justo, recibirá la recompensa que corresponde a un justo.


Guárdense de las buenas acciones hechas a la vista de todos, a fin de que todos las aprecien. Pues en ese caso, no les quedaría premio alguno que esperar de su Padre que está en el cielo.


Atiéndanme, ustedes que andan derecho, pueblo mío que tienes mi ley en tu corazón. No teman las injurias de los hombres ni se desmoralicen por sus insultos.


si lo conservas, verás sus resultados, y tu esperanza no será fallida.


El salario del malvado es engañoso; el que siembra el bien tiene su recompensa asegurada.


Tanta ofensa me ha partido el corazón, mi vergüenza y confusión son irremediables. Esperé compasión, pero fue en vano, alguien que me consolara, y no lo hallé.


Por ti fue que soporté el insulto, y la vergüenza me cubrió la cara;'


Que Yavé te recompense tus buenas obras y que el Dios de Israel, bajo cuyas alas te has cobijado, te dé el premio que mereces.


Sé que sufres y eres pobre y, sin embargo, eres rico. Sé cómo te calumnian los que pretenden ser judíos y no lo son, pues su sinagoga es la de Satanás.


Esto vale para ustedes: el que no renuncia a todo lo que tiene, no podrá ser discípulo mío.


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