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Hebreos 10:25 - Biblia Católica (Latinoamericana)

25 No abandonen las asambleas, como algunos acostumbran hacer, sino más bien anímense unos a otros, tanto más cuanto ven que se acerca el día.

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Biblia Reina Valera 1960

25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 no abandonando nuestra propia asamblea, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos, y tanto más, cuanto veis que aquél día se acerca.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 No abandonemos nuestras reuniones, como algunos acostumbran hacer, sino animémonos unos a otros; y esto tanto más cuanto que veis que se acerca el día.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

25 no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

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Hebreos 10:25
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a las oraciones.


Pues donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.


Por eso anímense mutuamente y edifíquense juntos, como ya lo están haciendo.


Más bien anímense mutuamente cada día, mientras dura ese 'hoy'; que ninguno de ustedes se deje arrastrar por el pecado y llegue a endurecerse.


Tratemos de superarnos el uno al otro en la forma de amar y hacer el bien.


Reunidos ustedes y mi espíritu, en el nombre de nuestro Señor Jesús y con su poder,


Guarden, pues, estas palabras y confórtense unos a otros.


Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.


El primer día de la semana estábamos reunidos para la fracción del pan, y Pablo, que debía irse al día siguiente, comenzó a conversar con ellos. Pero su discurso se alargó hasta la medianoche.


El que profetiza, en cambio, da a los demás firmeza, aliento y consuelo.


si eres predicador, sé capaz de animar a los demás; si te corresponde la asistencia, da con la mano abierta; si eres dirigente, actúa con dedicación; si ayudas a los que sufren, muéstrate sonriente.


se lo repito, estén alegres y den a todos muestras de un espíritu muy abierto. El Señor está cerca. No se inquieten por nada;'


El Señor no se demora en cumplir su promesa, como algunos dicen, sino que es generoso con ustedes, y no quiere que se pierda nadie, sino que todos lleguen a la conversión.


Sean también ustedes pacientes y no se desanimen, porque la venida del Señor está cerca.


Con todo, supongan que la Iglesia entera estuviera reunida y todos hablasen en lenguas y entran algunas personas no preparadas o que todavía no creen. ¿Qué dirían? Que todos están locos.


En la actualidad éstos son los que causan divisiones, se mueven en lo humano y no tienen el Espíritu.


Con una esperanza así, queridos hermanos, esfuércense para que Dios los encuentre en su paz, sin mancha ni culpa.


El fin de todas las cosas está cerca; vivan, pues, con sensatez y dediquen sus noches a la oración.


Si el universo ha de descomponerse así, ¡cómo deberían ser ustedes! Les corresponde llevar una vida santa y piadosa,


Ustedes, pues, se reúnen, pero ya no es comer la Cena del Señor,


Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno.


Mientras íbamos un día al lugar de oración, salió a nuestro encuentro una muchacha esclava que estaba poseída por un espíritu adivino. Adivinando la suerte producía mucha plata a sus amos.


Yo les aseguro que esa ciudad, en el día del juicio, será tratada con mayor rigor que Sodoma y Gomorra.


El que me rechaza y no recibe mi palabra ya tiene quien lo juzgue: la misma palabra que yo he hablado lo condenará el último día.


Acuérdense: dentro de poco, muy poquito tiempo, el que ha de venir llegará; no tardará.


Hermanos, les ruego que acepten estas palabras de exhortación, pues les escribí un poco apurado.


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