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Habacuc 1:13 - Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Tus ojos son puros y no soportas el mal y ni puedes ver la opresión. ¿Por qué, entonces, miras a los traidores y observas en silencio cómo el malvado se traga a otro más bueno que él?

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Biblia Reina Valera 1960

13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Pero tú eres puro y no soportas ver la maldad. ¿Serás indiferente ante la traición de ellos? ¿Guardarás silencio mientras los perversos se tragan a gente más justa que ellos?

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, y no puedes contemplar impasible el agravio. ¿Por qué miras a esos pérfidos y guardas silencio cuando el malvado destruye al que es más justo que él?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Tus ojos no pueden ver el mal, no puedes consentir la violencia. ¿Por qué, pues, ves a los pérfidos y callas cuando el impío devora a quien es más justo que él?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal y no puedes ver el agravio. ¿Por qué, pues, ves a los traidores, y callas cuando el impío destruye al más justo que él,

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Habacuc 1:13
37 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Ahí viene nuestro Dios, que no se calla! Un fuego, delante de él, lo abrasa todo, y a su alrededor ruge la tormenta.


Quiebra el poder del impío y del malvado, haz que de su maldad te rinda cuentas y que no se vea más.


¡Con mayor razón ahora que unos malhechores han asesinado en su casa a un hombre bueno mientras dormía, les voy a hacer pagar la sangre que derramaron, y los voy a barrer de la tierra!'


Ustedes, sin embargo, lo entregaron a los paganos para ser crucificado y morir en la cruz, y con esto se cumplió el plan que Dios tenía dispuesto.


¡Ay de ti, salteador que no has sido saqueado, traidor que no has sido traicionado! Cuando hayas terminado tus asaltos, te saltearán, y cuando hayas acabado con tus robos, te pillarán.


Una visión siniestra se presenta a mis ojos: El traidor traiciona, y el salteador saquea: '¡Arriba, elamitas! ¡ataquen, medos!' - 'Hice callar los últimos gemidos.


Oh Dios, no descanses, no te calles; oh Dios, no te quedes impasible'


yo sentía envidia de los malos, viendo lo bien que le va a los impíos.


Si tú lo haces, ¿tendré yo que callarme?, ¿o piensas que yo soy como tú? Te acusaré y te lo echaré en cara.


Tú, Señor, que lo has visto, no te quedes callado, ¡no te apartes de mí, Señor!


Si Dios no confía ni en sus santos, y hasta los cielos no son puros a sus ojos,


Si ahora te callas, la salvación y la liberación llegarán a los judíos de otra parte, pero tú y la casa de tu padre morirán. ¿Quién sabe si no fue para un día como éste que tu llegaste a ser reina?»


Yavé hará que recaiga su sangre sobre su propia cabeza, porque hirió de muerte a dos hombres más justos y mejores que él. Mató a espada, a espaldas de David mi padre, a Abner hijo de Ner, jefe del ejército de Israel, y a Amasa hijo de Yeter, jefe del ejército de Judá.


¿Por qué siguen viviendo los malvados, prolongan sus días y se van haciendo fuertes?


Con el que es sin doblez tú eres leal, pero pillas al hombre si es tramposo.


Los que esperan en ti no serán confundidos, pero sí lo serán quienes te mienten.


Señor, ¿te quedarás mirando? Rescátame de los leones rugientes, pues no tengo sino una vida.


ni digan: '¡Salió tal como queríamos, al fin lo hemos devorado!'


Desde el fin del mundo se escuchan cantos: 'Gloria al Justo. Y pensar que yo decía: ¡Pobre de mí!, ¡pobre de mí!, no hay más que traidores y traición.


cuando se falsea la justicia, ¿no lo ve el Señor?


Tú tratas a los hombres como a los peces del mar, como a los reptiles que no pertenecen a nadie.


no anden pensando cómo perjudicar a otro; no sean amigos de jurar en falso. Porque éstas son las cosas que aborrezco, dice Yavé.


Porque Yavé, tu Dios, recorre el campamento para protegerte y entregar en tus manos al enemigo. Por eso tu campamento debe ser cosa limpia y sagrada, en que Yavé no vea nada indecente; de lo contrario se apartaría de ti.


Dios permitió que progresara seguro, pero vigilaba sus caminos.


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